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Actividades para no perder la agilidad mental

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No puede ser cualquier actividad, tienen que involucrar un esfuerzo mental sostenido para que desafíen la función cognitiva.
21 de enero de 2016
Red star
Por qué es importante
El estudio demostró que actividades que requieran de aprender activa y progresivamente podrían resultar protegiendo las neuronas.

Una de las cosas que preocupa más a las personas en la medida que van aumentando en edad es la pérdida de la agilidad mental, por eso, quienes están en la tarea de evitar que eso ocurra buscan mantenerse activos.

Un reciente  estudio denominado Mentally Challenging Activities Key to a Healthy Aging Mind, indica que para lograr que efectivamente la actividad ayude a mantener la vitalidad cognitiva es necesario que las actividades en que se involucren exijan un esfuerzo mental sostenido de tal manera que desafíe la función cognitiva.

El estudio se realizó con 39 adultos mayores que fueron separados en tres grupos:

  • Al primer grupo se le asignó una actividad de aprendizaje activo por 15 horas semanales durante 14 semanas. Se les enseñó cosas como fotografía digital, tejido o una combinación de ambas.
  • El segundo grupo se dedicó a hacer actividades sin aprendizaje activo por la misma cantidad de tiempo. Acciones como socializar o juntarse en grupo para tratar temas como viajar o cocinar.
  • Finalmente, el tercer grupo fue denominado el grupo placebo. Estos se dedicaron a hacer actividades de bajo requerimiento cognitivo. Por ejemplo, escuchar música, jugar juegos sencillos y ver películas clásicas.

Los participantes de los tres grupos fueron examinados antes y después de las 14 semanas y tuvieron un segundo examen luego de 1 año.

Los resultados fueron sorprendentes. El primer grupo demostró un aumento en la actividad cerebral en las zonas parietal, lateral y media; todas involucradas con la atención y los procesos semánticos. Algunos de estos se mantuvieron pasado 1 año. Además, demostraron un mejoramiento considerable en la memoria.

El hallazgo más interesante quizás fue que resultó que su capacidad para modular la actividad cerebral había aumentado. Esto quiere decir que el cerebro se exigía menos al ser presentado con problemas sencillos y se exigía más cuando la dificultad aumentaba. Esta es una característica de un adulto joven, en el caso de los adultos mayores suelen tener una actividad cerebral elevada sin importar la exigencia presente.

El estudio demostró que actividades que requieran de aprender activa y progresivamente podrían resultar protegiendo las neuronas, lo cual es muy importante para mantener la salud cerebral en condiciones óptimas mientras la edad avanza.

Estas conclusiones son la primera evidencia experimental de que la actividad puede cambiar la función cerebral y mantenerla más joven. Sin embargo, los propios investigadores señalan que hay que seguir estudiando para determinar si es posible universalizar dichos efectos.