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Cuidado con las películas románticas

Larger cine
Arrow red
11 de febrero de 2016
Red star
Por qué es importante
La influencia de las películas podría llevar a confundir el acecho con procesos románticos de conquista.

Hace unos días en esos programas de radio donde un psiquiatra participa comentando las llamadas del público, un hombre llamó para consultar que podía hacer para que su ex pareja volviera con él. En la medida que explicaba cómo había sido la relación y luego la separación, iba dejando en evidencia que casi se había obsesionado con la idea de que la muchacha debía ser su mujer, e incluso llegó a decir que ésta debería regresar con él sea como sea.

Con mucho cuidado el especialista le explicó que las relaciones siempre son de dos personas y que cuando hay una que no comparte el mismo objetivo, es imposible que esta funcione.

Y es que la vida real no es igual a las películas, donde el que sigue y sigue la consigue, o el que persevera, triunfa. En las relaciones se involucran voluntades, pero antes que cualquier otra cosa, sentimientos.

Precisamente, un reciente estudio denominado I did it because I never stopped loving you: The effects of media portrayals of persistent pursuit on beliefs about stalking, da cuenta de los efectos que podrían tener las películas de mujeres en situaciones de acoso pero con connotaciones románticas, en la capacidad de las mujeres de afrontar situaciones difíciles de acoso masculino en la vida real.

Julia Lippman, autora del estudio y profesora del Departamento de Comunicaciones de la Universidad de Michigan, analiza el efecto de las películas en la decisión de buscar apoyo de las mujeres que están siendo acechadas o de ponerse bajo protección, y los resultados muestran que la influencia de las películas podrían asimilar al acecho como parte de un romántico proceso de conquista, cuando esto no es así.

En otras palabras, la exposición a películas románticas con temáticas de pretendientes masculinos persistentes, podría no ser tan saludable porque pueden afectar las creencias o percepciones sobre el acecho.

El mayor riesgo, según Lippman, es que no se tomen en serio las conductas implacables para ganar el afecto de una mujer, cuando esos comportamientos deben ser claras señales de alarma de que hay algo que no anda bien.

Si bien, a la luz de los casos que se analizaron los resultados son mixtos (400 mujeres divididas en grupos y expuestas a diferentes películas), el hecho de haber encontrado casos en los que la exposición a ese tipo de comportamiento en pantalla afectó la evaluación del riesgo de una mujer sobre el acecho en la vida real, vale la pena tenerlo en cuenta.

Como parte de esa evaluación, se consultó a las participantes sobre los mitos del acecho o ideas prejuiciales sobre los casos extremos de seguimiento a una persona son vistos como situaciones de amor verdadero o que la propia persona ha motivado el seguimiento y hasta le gusta.

La conclusión fue que en los casos en que las mujeres vieron películas románticas muy realistas, tendieron a estar de acuerdo con los mitos del acecho, no fue cualquier película romántica.

Así que hay que tener en cuenta que el acecho no es una situación normal, en ningún caso.