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Los límites de la paternidad en Facebook

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Se estima que un niño podría tener 1000 fotos publicadas en Facebook antes de los 5 años.
30 de mayo de 2016
Red star
Por qué es importante
Lo más alarmante es que señalan que se puede hacer pública la locación de los niños poniendo en riesgo su integridad.

Hoy en día los límites entre la vida pública y la vida privada se han difuminado. Si bien es cierto, cada quien es responsable de lo que hace público y lo que mantiene en reserva, ¿qué sucede cuando los padres deciden sobre la vida privada de sus hijos al publicar fotos de ellos en plataformas como Facebook?

The Wall Street Journal inició el debate en su artículo “Should Parents Post Photos of Their Children on Social Media?”,  señalando que un niño podría tener alrededor de 1000 fotos publicadas antes de cumplir los 5 años y que, en la mayoría de los casos, los padres no consultan a sus hijos antes de hacer estos contenidos públicos.

Lauren Apfel, escritora, fundadora y ejecutiva de la revista Motherwell y madre de cuatro niños, defiende la publicación de fotos, alegando que esto conecta a los padres, especialmente considerando que criar a sus hijos puede convertirse en una tarea aisladora. Añade que es consciente de los riesgos que esto implica pero que esto no la molesta. “Los beneficios de publicar imágenes de ellos son más que los riesgos que puedan conllevar”.

Así mismo, señala que está dejando un precedente para sus hijos pues pronto se enfrentarán al manejo de un perfil online propio y podrán tomarla como referente. “Al revisar mi historia, encontrarán una madre que priorizó la publicación de fotos de ella misma y de otros de manera respetuosa, moderada y con tacto. Y eso es exactamente lo que esperaré de ellos.”

Por otro lado, Morgan G. Ames, graduada en Postgrado del Center for Science, Technology, Medecine and Society y miembro del Center for Technology and Policy en la Universidad de California, Berkeley, critica tales comportamientos y menciona que estas fotografías son publicadas sin consentimiento y que permanecen en la Web, lo cual a la larga podría causarles graves problemas a los niños. Según Ames, esas imágenes “pueden reforzar prejuicios y barreras, así como generar implicaciones a largo plazo que aún no podemos siquiera comprender”.

Ames también refiere que, a pesar de que las publicaciones sean hechas con el propósito de ser vistas por otros padres, podríamos estar permitiendo que cualquier persona con una cuenta de Facebook, por ejemplo, las vean e incluso compartan, algo sobre lo que no tenemos control. Más aún podríamos estar haciendo pública la locación de los niños, poniendo en riesgo su integridad, lo cual es aún más peligroso.

Se trata de un tópico debatible. Sin embargo, lo más importa es siempre proteger nuestra privacidad y, con mayor razón, la de nuestros hijos no exponiéndolos al ojo público.