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Los adictos y la dificultad de cambiar hábitos

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Se estima que existen 27 millones de personas adictas a alguna droga y la mitad es a alguna inyectable.
23 de junio de 2016
Red star
Por qué es importante
La importancia de estos hallazgos es que pueden ayudar a que se hagan nuevos estudios sobre los procesos neurológicos del ser humano para desarrollar tratamientos médicos

El mercado de drogas en el mundo se ha expandido de manera colosal en los últimos años. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) señala que el cannabis sigue siento la droga más consumida y cultivada en todos los países, y que entre 130 y 190 millones de personas la fuman al menos una vez al año. Así mismo, en el Informe Mundial Sobre las Drogas del 2015, publicado por la ONUDD, se estima que 27 millones de personas en el mundo son adictas a alguna droga (casi la mitad consume alguna inyectable). Los efectos que tiene el consumo de drogas en el comportamiento de las personas abarcan tanto las reacciones ante otros como los hábitos personales.

Particularmente, aquellos que consumen cocaína son más propensos a desarrollar dependencia a otros hábitos también, reporta un reciente artículo de Science News, titulado “Cocaine addicts can’t kick other habits either”. Además, no toleran opiniones negativas y reaccionan de manera agresiva.

No existe tratamiento médico para la adicción a la cocaína que haya sido aprobado por la U.S Food and Drug Administration. De manera que los especialistas solo pueden concentrarse en cambiar la conducta de sus pacientes. Para lograr esta difícil tarea, los terapeutas incitan a las personas a que cambien los hábitos que tienen en su día a día. Esto les debe permitir desarrollar control sobre sus acciones y, por lo tanto, frenar su adicción.

En un estudio sobre el comportamiento de los adictos a la cocaína. Karen Ersche, psicóloga de University of Cambridge, líder de la investigación, y sus colegas, reunieron a 125 personas (entre adictos y personas que nunca habían consumido drogas o alcohol crónicamente) y les enseñaron una serie de imágenes de animales. En una prueba, las personas eran retribuidas con puntuaciones a favor o en contra dependiendo de las reacciones que tuvieran. En otra, responder correctamente les permitiría evitar una descarga eléctrica.

Las personas que no consumían drogas comprendían rápidamente cuándo una reacción ante una imagen dejaba de generarles puntos y cambiaban su comportamiento. Por el contrario, los adictos tenían problemas para hacerlo. Estos resultados tienen correlación con los de otros estudios y demuestran que las personas que tienen o han tenido una adicción no pueden cambiar sus hábitos tan fácilmente como los demás.

Se espera que con estudios como este y un mayor conocimiento en los procesos neurológicos del ser humano, la ciencia sea capaz de desarrollar tratamientos médicos efectivos contra la drogadicción.