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La evolución de las marcas

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Las buenas marcas no se venden directamente sino que buscan ser más sutiles e ingeniosas.
28 de junio de 2016
Red star
Por qué es importante
La nueva tendencia puede impactar en la reducción de precios porque ya no venden productos sino funcionalidad o versatilidad para adaptarse a otras circunstancias.

¿Cuándo fue la última vez que viste una publicidad de Coca Cola que termine en “compre Coca Cola”? Probablemente hace mucho tiempo porque esta y otras marcas conocidas optaron por dejar de venderse directamente y buscaron ser más sutiles e ingeniosos.

En este sentido, apostaron por vender historias o experiencias que inducen al consumo. Un ejemplo que ilustra lo que se empezó a hacer es el caso de DOVE, una línea de productos de belleza cuya publicidad ni siquiera muestra la tableta de jabón, sino un video sobre la belleza interior que comprometa al consumidor con la causa de Dove y decidas comprarlo.

Sin embargo, parece que este nuevo método también pasará pronto a la historia según señala el artículo de CoExist titulado “The Future Of Branding Is Debranding”.

La base del cambio tiene que ver con un proceso que implica ir de productos individuales  a productos compatibles con otros productos que se utilizan.

Y es que hasta hace muy poco, se trataba de tener un Iphone o un Ipad de Apple, que apelaba a la individualidad de los consumidores proponiendo el slogan “Piensa diferente”, lo que significa que te vendía una idea. Pero ahora eso cada vez es menos suficiente para un mundo donde las personas apuestan por la conectividad y quieren productos compatibles con otros que utiliza. Un Ipad compatible con el sistema de Bluetooth que posee su carro último modelo, un jabón Dove compatible con el tratamiento facial que se está aplicando, entre otros.

El artículo señala que este cambio es positivo porque obligará a las marcas a orientar su inversión en publicidad, hacia la investigación de los producto para mejorarlos exponencialmente y que se adapten a los nuevos entornos tecnológicos.

Esto también puede tener un impacto en la reducción de precios de productos que ya no dependen de la idea que venden, sino de su funcionalidad o versatilidad para adaptarse a realidades donde coexistirán con otros productos.