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Vacunas y enfermedades

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En los países pobres, donde las tasas de vacunación son bajas, muchos niños mueren o se enferman gravemente porque no son vacunados.
12 de julio de 2016
Red star
Por qué es importante
El gran problema con todos los estudios que indican una especie de relación entre las vacunas y las reacciones alérgicas es que todos terminan diciendo que la evidencia es inconclusa.

Si le preguntas a cualquier pediatra si deberías vacunar a tu hijo, lo más probable es que te diga que sí. Sin embargo, en los últimos años es cada vez mayor el número de personas que decide sencillamente no vacunar a sus hijos, ni darles medicamentos. Estos han sido tildados de irresponsables al dejar a sus hijos indefensos ante cualquier enfermedad. Pero, ¿es realmente así?

La respuesta final es que podría ser que no. La ciencia ha determinado que las vacunas son lo mejor para los seres humanos, ya que nos defienden de enfermedades que podrían matarnos a temprana edad. Es más, muchas muertes en países pobres se deben a una carencia de vacunación. Sin embargo, hay quienes creen que existen evidencias de que hay algo sospechoso con las vacunas. Así lo cuenta el artículo de ZME Science “New Immunology Theories Shine Light on a Potential Link Between Vaccines and the Rise in Allergies and Autoimmune Disease”.

Estados Unidos ha sufrido un dramático aumento en el número de alergias y enfermedades autoinmunes en su población. Además, es el país que tiene el mayor número de vacunas requeridas de todo el mundo. ¿Podrá tener relación una cosa con la otra?

Un gran número de estudios parece coincidir en que sí, porque para generar una reacción alérgica se necesitan dos cosas: que se ingiera o se inserte una proteína que no esté dentro del cuerpo, y que esta genere necrosis en las células del cuerpo. De esta forma, el cuerpo recuerda la proteína y la asocia con algo malo sucedido dentro del cuerpo y la cataloga como mala para la persona.

El problema es que una gran cantidad de vacunas tienen componentes que podrían generar esta clase de reacciones.

La vacuna Tdap contiene caseína. Esta es una proteína que se encuentra en la leche, las personas que tienen alergia a la leche tienen en realidad alergia a esta proteína. Hay estudios que investigaron con niños y encontraron que antes de ser inyectados con esta vacuna, no presentaban alergia ni rechazo alguno hacia la leche. Una vez inyectados, se volvían alérgicos.

El gran problema con todos los estudios que indican una especie de relación es que todos terminan diciendo que la evidencia es inconclusa. Todos parecen acercarse a algo para luego decir que todo lo que tienen no es suficiente para probar su hipótesis, porque de ser más categóricos, tendríamos que cambiar años de costumbres médicas.

Aunque no haya sido probado, el tema sigue siendo controversial.