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El economista que dice no a la autocomplacencia

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Raghuram Rajan, economista de 53 años, es internacionalmente reconocido por sus logros en el ámbito económico como presidente del Banco Central de la India.
13 de septiembre de 2016
Red star
Por qué es importante
Raján también ha mantenido una postura crítica contra la forma en que la corrupción impera en muchas de las instituciones de gobierno de su país.

Raghuram Rajan, economista indio de 53 años, es internacionalmente reconocido por sus logros en el ámbito económico, reflejados en los múltiples galardones que se le han otorgado, y también por su interés en el desarrollo social y político de su país.

Recientemente, Rajan cedió su puesto como Gobernador del Banco de Reserva de la India (BRI) a Urjit Patel, pero es seguro que nadie olvidará su labor. Cuando tomó el empleo, la economía india se encontraba gravemente afectada por la inflación, el estancamiento del crecimiento y problemas en el sistema de crédito. Gracias a sus capacidades como líder y economista, logró enfrentar con éxito los desafíos.

Como figura pública de gran importancia, supo emplear el espacio que se le brindaba para llamar la atención de la población y las autoridades sobre temas de gran relevancia como la educación y la corrupción. Esto le mereció ser incluido por la revista Time en su lista “100 Most Influential People in the World”, así como muchos otros reconocimientos.

Pero no solo era un gran economista, sino también un gran orador que se preocupaba de ser bien comprendido por su audiencia y no dudaba en compartir su punto de vista acerca de las coyunturas nacionales. Quartz, en un artículo especial titulado “The economist with a silver tongue: Raghuram Rajan’s most memorable quotes”, resalta los discursos más importantes de este economista singular.

Durante la Twentieth Lalit Doshi Memorial Lecture, evento realizado en agosto del 2014, explicó por qué los políticos corruptos ganaban tantas elecciones en la India. De acuerdo a lo expresado en su discurso, los pobres no tienen recursos para costear sus servicios públicos (agua y luz) y los políticos oportunistas hacen pequeños cambios que aparentan resolver el problema o ser más importantes de lo que realmente son para comprar los votos de esas personas. En pocas palabras, les mienten haciéndoles creer que su labor es desinteresada y que solo buscan brindarles lo mejor, lo que se merecen. La realidad es que les proporcionan soluciones inmediatistas y parciales, con el único fin de parecer honestos y preocupados para que voten por ellos.

En 2015, Rajan escribió una carta de despedida a sus empleados en el BRI, cerca de 17 000 personas y no dudó en evidenciar las caóticas condiciones del BRI y llamar a los trabajadores al orden y a que cumplieran con sus labores como debían. Se mostró disconforme con la forma en que las capacidades administrativas eran manejadas. “No castigamos al que se comporta erradamente, a menos que sea pequeño y débil. (…) Pero, si buscamos tener un crecimiento fuerte y sostenible, esta cultura de impunidad debe parar”.

Cuando la economía de la India fue reconocida como la de más rápido crecimiento en el mundo, Rajan advirtió que lo que estaba ocurriendo es que la economía mundial está creciendo a un paso muy lento, lo cual hace a la India parecer un gigante. Aclaró que su intención no fue desmerecer los logros obtenidos, sino resaltar que aún queda mucho por hacer.