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Nuevas luces sobre el cáncer de próstata

Larger cancer
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Nuevo estudio abre el debate de la pertinencia de aplicar terapias de inmediato.
20 de septiembre de 2016
Red star
Por qué es importante
La cirugía reduce en 50% las posibilidades de que se extienda la enfermedad, pero tiene efectos secundarios importantes que hay que tomar en cuenta.

Un revelador estudio sobre el cáncer de próstata ha comprobado, tras años de investigaciones, que independientemente del tratamiento que se escoja, el riesgo de morir dentro de los primeros 10 años de detección del mal, es bajo y el avance de la enfermedad, lento. Por lo menos, así lo recoge un reciente artículo de The Wall Street Journal, titulado New Study could reassure prostate cáncer patients, sobre el cual se inspira esta nota.

Se estima que este año 180,890 hombres en Estados Unidos serán diagnosticados con cáncer de próstata, el segundo más común entre hombres, y un 15% de ellos morirá, según da cuenta un estudio publicado por The New England Journal of Medicine y financiado por el U.K.’s National Institute for Health Research, titulado 10-Year Outcomes after Monitoring, Surgery, or Radiotherapy for Localized Prostate Cancer, según el cual, el riesgo de perecer de este mal dentro de los primeros diez años es del 1%.

Lo importante de estas conclusiones es que abre el debate sobre la conveniencia o no de aplicar terapias de inmediato, una vez detectado el cáncer, pero además, brinda información para que los pacientes tengan mayor poder de decisión sobre el mejor tratamiento a seguir en función de los beneficios y efectos secundarios de cada uno de estos.

En el estudio participaron 1643 varones de entre 50 y 69 años, a los cuales se les tomaron datos sobre las diferentes formas de afrontar médicamente el cáncer (cirugía, radioterapia, monitoreo) y se les pidió que aporten información sobre el progreso de la enfermedad en cada uno de sus casos.

Los que fueron sometidos a cirugía o radioterapia

Con la cirugía o la radioterapia el riesgo de que se extienda la enfermedad disminuye en un 50%, pero estos tratamientos más invasivos tienen los siguientes problemas:

  • Aproximadamente la mitad de varones operados reportaron que seis meses después de la intervención empezaron a utilizar toallas higiénicas para la incontinencia urinaria.
  • La incontinencia urinaria se sigue presentando luego de 6 años de realizado el tratamiento. Un 17% de los intervenidos quirúrgicamente utiliza toallas higiénicas y un 4% de quienes recibieron radioterapia, también.
  • El 88% de hombres operados y el 78% de quienes reciben radioterapia presenta problemas sexuales al cabo de seis meses.
  • Después de seis años, un mayor número de hombres que reciben radioterapia recuperan la función sexual, pero presentaron mayores problemas intestinales.

Los que fueron escogidos para monitoreo

  • El monitoreo puede evitar los efectos secundarios de la cirugía o la radioterapia.
  • La mitad de los pacientes que estuvieron bajo monitoreo cambiaron de tratamiento. No porque el cáncer avanzó, sino por la ansiedad de curarse.
  • Los varones escogidos para monitoreo informaron leve pérdida de la función sexual y urinaria. Se justificaría por el envejecimiento y porque la mitad de estos pacientes optó por tratarse.

La detección temprana e información de calidad sobre las alternativas que tiene un enfermo de este tipo de cáncer pueden ayudar a que este tome las mejores decisiones para su salud y la clase de vida que quiere tener.

En nuestro país aún se encuentra resistencia al chequeo de tacto rectal, a pesar de que cada año se registran 4000 nuevos casos de este cáncer, según la Liga Peruana de Lucha contra el Cáncer y esto no ayuda a poder ofrecer a los enfermos las mejores alternativas de tratamiento.