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Los bebés “prematuros extremos”

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Un bebé prematuro extremo es aquel que nace antes de las 29 semanas.
05 de octubre de 2016
Red star
Por qué es importante
Ambos estudios siguieron la salud de bebés que nacieron prematuros con el fin de conocer algunas particularidades de su desarrollo y ciertos signos potenciales de enfermedad cardiaca.

Una cosa es que un bebé nazca una semana antes de cumplir el periodo regular de 41 semanas, pero es difícil imaginar lo que puede suponer que lo haga antes de las 29 semanas.

Felizmente, la medicina moderna ha logrado que actualmente más nacidos extremadamente prematuros sobrevivan. Sin embargo, hasta ahora había poca certeza de cuáles serían los potenciales problemas de salud que pueden surgir cuando estos bebés se van haciendo adultos.

Si bien ya existen estudios anteriores que demuestran que los adultos nacidos prematuros evidencian factores de riesgo cardiovascular más pronunciados, lo cierto es que no es sino hasta ahora que un par de estudios recientes en Canadá, liderados por la doctora Anne Monique Nuyt, han establecido una relación directa entre la condición de prematuro de un individuo y el incremento del riesgo de sufrir hipertensión arterial de adultos.

Precisamente un artículo de la United Press International (UPI), titulado Extreme preemies may be at risk for high blood pressure as adults, da cuenta de estas investigaciones que han dado seguimiento a la salud de bebés que nacieron prematuros.

En el primer estudio, los investigadores compararon el tamaño y funcionamiento de los riñones de 40 adultos nacidos en la semana 29 de gestación o menos, y 40 adultos nacidos a las 40 semanas (periodo completo). La edad media era 24 años. Se midió la presión arterial de todos. Se encontró que los riñones de quienes nacen prematuramente eran más pequeños, en relación a su cuerpo, que los nacidos después del periodo de gestación completo. Además, los adultos nacidos prematuramente tienen presión arterial más alta que los otros. Esta diferencia no es mucha, pero es suficiente para ser un signo potencial de enfermedad cardiaca, porque la presión arterial puede aumentar con la edad en quienes la tienen alta desde jóvenes.

Para el segundo estudio, se comparó la función de las células endoteliales, que revisten los vasos sanguíneos, en 30 adultos jóvenes nacidos prematuramente y 30 que completaron el proceso de gestación. Los voluntarios tenían entre 21 y 28 años. Los científicos encontraron que las células de adultos prematuros eran más lentas al formar vasos capilares (vasos sanguíneos diminutos).

Si bien puede ser prematuro considerar que todos los bebés prematuros desarrollarán una enfermedad cardiaca, lo cierto es que no estará demás que si alguien tiene esa condición se someta a controles permanentes que lo descarten.