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Ingreso mínimo universal

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El UBI es el Universal Basic Income.
10 de octubre de 2016
Red star
Por qué es importante
Quienes se oponen al UBI temen que se pretenda con este desplazar a los programas sociales que cumplen un rol fundamental para los más pobres.

En Estados Unidos la idea de una renta básica universal o UBI (Universal Basic Income), ha rondado la cabeza de progresistas y conservadores. El economista Milton Friedman ha avalado la institucionalización de esta renta. Desde la izquierda, el Partido Verde y el Demócrata siempre han defendido que el gobierno debería asignar una renta por ciudadano. Sin embargo, ambas posturas discrepan sobre las características de este ingreso. Actualmente, algunos de los principales economistas liberales y analistas de políticas públicas están en contra de la idea del UBI. El artículo de Quartz, titulado The progressive case against a universal basic income, plantea los temas que están en juego en esta discusión.

Los conservadores solían proponer el UBI como una estrategia para reemplazar los programas sociales del estado de bienestar (servicio médico, educación pública, entre otros) o como solo un ingreso para familias necesitadas. En cambio, los progresistas promueven el UBI como una subvención de seguridad adicional.

El problema con el UBI es que sería extremadamente caro. Se estima que un ingreso básico anual de USD 10 mil dólares costaría más de USD 3 trillones por año. Se consumiría casi todos los ingresos fiscales que el gobierno suele recaudar. Para sustentar un presupuesto de esta magnitud se necesitaría dejar de lado la mayoría de programas sociales, o se requeriría incrementar los impuestos federales.

Como la mayoría se opondría al incremento de impuestos, muchos liberales temen que el UBI desplace los programas sociales que siempre han defendido. Además, este ingreso podría ser perjudicial para las familias pobres, porque los dólares federales destinados a los más necesitados serían transferidos a un programa universal compartido por la clase media y alta. Sería muy difícil financiar el UBI sin afectar estos programas, que en varios casos traen beneficios a largo plazo para las poblaciones accesitarias, como los niños.

Recientemente, en el American Enterprise Institute discutieron sobre el ingreso básico Charles Murray, importante científico social conservador, y Jared Bernstein, economista liberal y ex asesor del vicepresidente Joe Biden. Murray proponía un ingreso de USD 10 mil para cada adulto y desechar totalmente los programas sociales. En caso de necesidades particulares, como las familias con niños, se sugiere recurrir a la caridad. Bernstein se opuso argumentando que a los pobres les iría peor y defendió las ganancias netas que se destinan a la lucha contra la pobreza. Para este, el plan de Murray solo buscaría mercantilizar el estado de bienestar. De hecho, sacar al gobierno de la prestación de servicios y entregar estos ingresos imitaría la táctica corporativa de control de costos, en la cual los trabajadores pasan de recibir un paquete de beneficios a tener contribuciones definidas. Esta sería la reforma de la seguridad social que los conservadores esperan: nivelar el riesgo a los individuos para promover la responsabilidad personal.

Un ingreso equitativo que reemplace los programas sociales sería injusto para quienes tienen necesidades particulares como discapacidades, cuidado infantil, entre otros. Pero, hay programas de protección que podrían beneficiarse de las características del UBI. El Crédito Tributario por Ingreso del Trabajo podría convertirse en una subvención periódica para los trabajadores peor pagados, o también se podría pasar de un crédito fiscal por hijo a una asignación por hijo.

Todo indica que aun falta mucho por discutir para llegar al Ubi y que estas serían reformas moderadas para ir paso por paso hacia un ingreso básico que pueda satisfacer a todos.