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El mejor chocolate del mundo con cacao peruano

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La fábrica de chocolate premiada queda en las montañas de Catskill y solo tiene 4 trabajadores.
20 de octubre de 2016
Red star
Por qué es importante
El chocolate que salió premiado tiene 68% de cacao procedente de la zona del Cañón del Marañón en el Perú, donde se produce un cacao raro con un porcentaje de granos blancos.

La semana pasada se realizó el International Chocolate Awards en Londres y Bryan Graham´s Fruition Chocolate, una pequeña fábrica en las montañas Catskill en EE.UU., fue reconocida como la mejor empresa en la categoría de chocolate con leche.

No es la primera vez que esta pequeña empresa recibe un premio porque el año pasado la misma barra de chocolate llamada Marañón Canyon también ganó una medalla de oro.

La novedad para quienes no lo saben es que esta barra de chocolate con 68% de contenido de cacao, es producida con granos de cacao que se produce en el Cañón del Marañón en Perú por menos de 200 productores, en cuyo honor lleva su nombre. Así da cuenta un artículo de International Business Times, titulado Best Chocolate in The World 2016: New York Chocolatier Takes Home Top Prize at International Chocolater Awards, sobre el que se inspira esta nota.

Ya antes el cacao procedente de esta zona había sido reconocido por su calidad y rareza porque tiene 40% o a veces hasta 100% de sus granos blancos, los cuales son procesados en tres plantas que hay en la selva peruana, muy cerca de los campos de cultivo.

Se trata de una barra que vale su peso en oro, y cuya producción artesanal exige que se venda hasta entre USD 15 y 30 la barra, mucho más que cualquier otro chocolate industrial, pero por razones bien justificadas: el chocolate que se usa es orgánico, se vende en el mercado de comercio justo y se trata de una producción artesanal a cargo de solo cuatro personas.

El secreto de esta empresa es producir un chocolate que a ellos les gustaría comer.

Conjuntamente con esta empresa, resultaron premiadas varias empresas francesas, por un jurado donde había expertos de chocolate, periodistas gastronómicos, sumilleres y chefs de pastelería. También hubo reconocimientos para chocolateros de Israel, Japón, Ecuador, Venezuela, Colombia, Perú, Reino Unido, Italia, Croacia y Hungría, aunque también hubo americanos.

Excelentes razones para sentirnos orgullosos.

Y todo un mundo de oportunidades para que en un futuro el valor agregado de ese cacao se genere en nuestro país y no solo a miles de kilómetros de este.