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Adiós a “su pedido estará en máximo 45 minutos”

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Zume quiere competir con los gigantes de las pizzas como Papa Johns, Pizza Hut y Domino's.
02 de diciembre de 2016
Red star
Por qué es importante
La masa es elaborada por robots, los toppings son puestos por un equipo de personas y luego son introducidas dentro de una Van (vehículo), la cual está llena de hornos.

En más de una ocasión, cuando el hambre apremia, suele desesperar que los delivery de pizza demoren hasta 45 minutos en llegar. Lo que uno olvida es que ese tiempo comprende también el periodo de elaboración y el de entrega.

Por eso, cuando se ha sugerido que se utilicen drones para este tipo de entregas, muchos se han mostrado entusiastas sobre esa posibilidad.

Una nueva startup ha ideado una forma alternativa a que nuestra pizza vaya por el aire y tiene que ver con reducir el tiempo de su preparación al mismo que toma su traslado, según ha dado a conocer el artículo de The Economist, titulado “Technology firms may struggle to disrupt the food business”, sobre el cual se inspira esta nota.

Se trata de la startup Zume que quiere dedicarse al negocio de las pizzas. Sin embargo, bajo el entendido que el mercado de estas está copado por gigantes como Papa Johns, Pizza Hut y Domino's, sabe Zume  sabe que tiene pocas oportunidades de éxito.

Por ello, para poder participar del mercado de las pizzas, ha patentado una forma especial de elaborarlas.

La masa es elaborada por robots dentro del local, los toppings son puestos por un equipo de personas y luego son introducidas dentro de una Van (vehículo), la cual está llena de hornos. Esto significa que la pizza se cocina mientras está camino a sus destinos y termina justo cuando llega a su destino. Con esto se aseguran que siempre esté caliente y no tener que esperar a que esté lista para poder llevarla a domicilio.

Los encargados de la empresa afirman que en las últimas semanas han estado siendo acechados por personas que toman fotografías de cómo funciona su modelo, lo que significa que probablemente la competencia los está espiando. Para poder asegurarse de que no les roben el modelo, Zume patentó todos sus modelos con el fin de defenderse de esta.

El problema sigue siendo, por supuesto, que la comida es un área muy competitiva de trabajo. Con tres gigantes dominando el mercado, es complicado el desafío que tiene Zume por delante. Además, como el artículo señala, cada robot que la empresa utiliza cuesta aproximadamente USD 100.000, lo cual hace que su estructura de funcionamiento necesite mucha inversión que no necesariamente conseguirán de forma sencilla.

En otras palabras, pareciera que Zume está en el mismo camino que previas ideas de startups relacionadas con el ámbito alimenticio, pero esperemos que puedan marcar un antes y un después en la forma en la que se hacen las cosas.