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Más "agaves" contra el calentamiento global.

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El agave economiza agua mientras hace su fotosíntesis.
16 de diciembre de 2016
Red star
Por qué es importante
Una propuesta de modificar los procesos de fotosíntesis de las plantas para que se asimilen al agave sería mejor que pretender cultivar en áreas artificiales frescas.

El calentamiento global es palpable en la gran mayoría de países, incluso en las zonas más frías del planeta. El calor está afectando cómo funcionan gran parte de los procesos naturales de la tierra. Ante esta situación que probablemente empeorará, hay que estar preparados.

Una cosa que se debería hacer es lograr que el exceso de calor pueda ser canalizado de forma apropiada.

Las plantas y los animales no tienen esta capacidad de resolver problemas modificando la naturaleza. Pero, la respuesta podría estar en los mismos seres humanos afirma, el artículo de ZME Science, titulado “How a vital Tequila ingredient could help us adapt to climate change”, sobre el que se basa esta nota.

De acuerdo a este, no se debería descartar que se modifiquen genéticamente plantas y animales para que sean más resistentes al calor. Si bien hasta la fecha no existen investigaciones que se ocupen de este tema, una de las plantas que es insumo básico del tequila: el agave, podría ser uno de esos primeros casos.

El agave es una especie de cactus, y al igual que estas plantas, tiene una capacidad natural de resistir temperaturas extremas, porque a diferencia del resto de plantas, mientras que la mayoría abre los poros durante el día  y los cierra durante la noche para maximizar la fotosíntesis, el agave hace lo contrario.

Esto significa que sigue haciendo fotosíntesis, pero economiza el agua que tiene. Al no abrir los poros, el agave hace que sea más complicado que el agua se evapore, haciendo posible sobrevivir mayor tiempo en climas áridos.

Y es que el agave sigue una forma rara de fotosíntesis denominada Fotosíntesis CAM. Esta sólo la pueden hacer el 7% de las plantas en todo el mundo. Sin embargo, el planeta se encamina a tiempos en los que la temperatura no va a dejar de aumentar. Por tanto, sería conveniente modificar las plantas disponibles para que estas también puedan ser más resistentes al calor y a la falta de agua.

Para algunos expertos esta salida que en sí misma ya puede generar controversia, es mejor que cultivar en áreas artificiales frescas, que exigen un mayor gasto de energía y provocan una  mayor contaminación en un planeta donde se debería estar buscando lo contrario.

Aún no hay proyectos para conseguir esto, pero podría ser una solución viable.