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Escuela de negocios para “des-automatizar” trabajadores

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En Japón, algunas personas pasan toda su vida trabajando en una sola empresa.
22 de diciembre de 2016
Red star
Por qué es importante
Las costumbres que adquieren los trabajadores se devuelven difíciles de desarraigar.

La cultura oriental es, en varios aspectos, sumamente diferente a la cultura occidental. Por ejemplo, sus películas animadas tocan temas que sus contrapartes occidentales no exploran. Por otra parte, la niñez de los niños japoneses y chinos suele estar llena de clases para poder aprender habilidades que los hagan superiores a sus compañeros. Este inicio en su vida hace que el resto no sea tan diferente.

En Japón específicamente, la cultura de trabajo no se asemeja a la visión occidental que afirma que debe haber una buena área laboral y que el empleado debe ser tratado excepcionalmente. En Japón, existe la posibilidad de que una persona trabaje toda su vida en la misma empresa, razón por la cual terminan trabajando unas 400 horas al año más que sus contrapartes occidentales, afirma el artículo de The Economist, titulado “In Japan, a new kind of business school is retraining jaded salarymen”, sobre el que se inspira esta nota.

Si bien un trabajo de por vida también es una fuente de ingreso asegurada, lo cierto es que las personas que apuestan por eso, prácticamente abandonan a sus familias porque su vida y su familia están en la empresa donde pasan la mayor parte del tiempo.

Lo que hasta ahora nadie se había percatado es que hacer lo mismo durante toda una vida de trabajo crea costumbres que luego es difícil de dejar de lado fácilmente.

Por ello, una nueva escuela de negocios está buscando ayudar a ex trabajadores y/o empresarios a reincorporarse a la vida en sociedad.

Se podría decir que El Instituto de Capital Social Humano (Institute of Social Capital, ISC) se dedica a “reformar” a personas que han pasado toda una vida haciendo lo mismo. Entre sus actividades se encuentran almuerzos en grupo y taparles los ojos a los participantes para que usen sus sentidos para comunicarse entre ellos. Esto, junto con el uso de nombres inventados y la omisión de las jerarquías que tenían en la empresa, está ayudando a que se reinventen. Sin embargo, la labor que realiza la ISC es sumamente complicada, liberar a una persona de estructuras internalizadas y repetidas por años resulta sumamente complicado. Casi es como volver a integrarlos a la sociedad como miembros activos.

Sin embargo, si bien resulta difícil, esto hace que la labor que realiza esta institución sea aún más aplaudida.