Leer 200 libros es más fácil de lo que parece

Todo aquel que haya encontrado pasión en el hábito de la lectura puede testificar que a través de los libros las personas son capaces de conocer el mundo sin moverse de su asiento, conocer gente, explorar distintos puntos de vista, expandir el vocabulario propio, ser partícipe de eventos que ocurrieron en un tiempo pasado o que nunca sucedieron más allá de la imaginación de su autor. Los beneficios de la lectura son tantos que enumerarlos podría ser una labor interminable. Sin embargo, son pocas las personas que realmente cultivan este hábito.

En un mundo donde las personas están acostumbradas al entretenimiento inmediato y sencillo que no exija mucha actividad mental, leer parece una actividad arcaica. La televisión, el cine y las redes sociales, sumadas a las responsabilidades laborales y/o académicas de las personas hacen que leer sea “imposible” para muchos. Sin embargo, tal como lo afirma Charles Chu en su artículo para Quartz, titulado “In the time you spend on social media each year, you could read 200 books”, todos podrían leer hasta 200 libros al año si se reemplazara el tiempo en redes sociales por tiempo de lectura.

Chu era una de esas personas que se creía muy ocupado para embarcarse en la lectura de un libro. Pero una vez que decidió dejar de lado las excusas y comprometerse con un texto, se dio cuenta que leer no es una tarea imposible y que los beneficios de ella pueden ser muchos más de los imaginados. La lectura expande la mente y lleva a la persona a explorar todo tipo de realidades, en las que se pueden encontrar las respuestas que se estaba buscando en la vida, afirma Chu. Al cabo de dos años ha logrado leer 400 libros y asegura que cualquiera que se lo proponga puede hacer lo mismo.

El primer paso para alcanzar la meta es eliminar las excusas y no rendirse antes de empezar. Comience con tomos pequeños y ligeros. Pensar en 200 libros al año puede ser una meta abrumadora, mas no es tan difícil de lograr. De acuerdo a los cálculos de Chu, esa cantidad de libros demanda 417 horas anuales de lectura, lo cual no es tan monumental como se pensaría. De hecho la persona promedio pasa hasta 1642 horas viendo televisión y 608 en redes sociales. Si todo ese tiempo se invirtiera en leer, al cabo de un año habría leído mil libros.

Navegar en la computadora, tablet o smartphones puede ser tan adictivo como una droga. Muchas personas lo hacen de manera inconsciente, lo cual es realmente alarmante. Para lograr concentrarse en la lectura que se haya propuesto es posible que necesite alejarse de la tentación. Esto quiere decir que es recomendable crear espacios libres de distracciones (llámese celulares, computadoras o televisores).

Por otro lado, Chu recomienda siempre tener un libro a la mano. La misión es aprovechar cada oportunidad de lectura que se tenga y reemplazar la manía de tomar el celular cada vez que se tiene un tiempo libre pues de ello no se obtiene ningún provecho. “En lugar de estar en Twitter siguiendo la vida de alguna celebridad, toma ese ‘tiempo vacío’ y conviértelo en un momento de lectura”.

No se trata de eliminar por completo el uso de redes sociales o dejar de ver películas o series de televisión, sino de racionalizar el tiempo y eliminar la creencia de que no hay tiempo suficiente para leer. Todo lo que se necesita es compromiso y construir el hábito de la lectura.