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Apostar siempre por la educación

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En Estados Unidos las escuelas públicas son muy buena, pero resulta imposible mantener la misma calidad en todas.
10 de febrero de 2017
Red star
Por qué es importante
Las reformas que funcionan normalmente abordan las distintas dimensiones del problema: existencia de un programa impulsado por el Estado, el liderazgo del director, el compromiso de los maestros y los padres, y por supuesto la buena actitud de los alumnos.

Uno de los cambios que más se espera cuando un presidente nuevo llega al poder es que mejore la calidad de la educación. Este es uno de los pocos factores que la humanidad ha reconocido que siempre puede ser mejorado, quizás porque se ha encontrado que enriqueciendo la educación se puede mejorar la sociedad en su conjunto. Es por esto que las políticas de educación siempre están en el ojo de la tormenta.

Sin embargo, un gran número de países de occidente deben enfrentar muchos obstáculos para lograrlo, principalmente porque se requiere de mucho capital económico. En casi todos los lugares, la educación privada ofrece una mejor calidad pero los costos pueden ser realmente elevados. Esto llevó a la creación de las escuelas públicas, pero, ¿se debería invertir en ellas? El artículo de The Atlantic, titulado “The Renewal-School Gamble”, responde a la pregunta y es el que inspira esta nota.

Debido al número creciente de escuelas públicas en Estados Unidos, resulta imposible mantener la misma calidad en todas ellas. Debido a esto, algunas escuelas han alcanzado niveles bajísimos de educación, llegando a casos en los que ninguno de los alumnos pasa exámenes básicos de lectura. Sin embargo, ante esta situación, Nueva York está sacando provecho de un programa de renovación escolar en el cual se trata de identificar las peores escuelas e invertir en ellas para elevar su nivel académico. Este programa constituye el paso previo a que la escuela sea cerrada.

Hasta el momento, Nueva York ha conseguido USD 474 millones de dólares para financiar el programa, apuntando a mejorar 94 colegios, y proveer servicios como una hora extra de instrucción para los alumnos y servicios de salud mental. Algunas escuelas, como el Colegio Público 67 (P.S. 67) han mejorado considerablemente. Antes de ser parte del programa, esta escuela contaba con 225 alumnos, 99% de los cuales provenían de familias pobres. Además, en el 2014, ninguno de los alumnos aprobó el examen de lectura del estado. Sin embargo, gracias al programa, el cambio de director, y una nueva perspectiva de la enseñanza de los profesores, quienes han empezado a “sentirse necesitados por sus alumnos”, el P.S. 67 ha mejorado notablemente.

El año pasado, 23% de los alumnos aprobaron el examen de lectura del estado. Además, los profesores afirman que hay menos peleas y más deseos de aprender. Por otra parte, se ha buscado involucrar a los padres en los asuntos del colegio, lo cual ha generado una mejor comunidad.

Sin embargo, no todos los colegios han conseguido lo mismo que el P.S. 67. Muchos de ellos continúan fallando y no han alcanzado sus metas trazadas previas al programa. Pero, con el caso del P.S. 67 se demuestra que la mejor idea es apostar siempre por la educación y no cerrar las escuelas en primera instancia.