Logo oe

Australia exigirá vacunas en todos sus niños

Larger shutterstock 220235755
Arrow red
El 93% de los niños en Australia han sido vacunados.
20 de marzo de 2017
Red star
Por qué es importante
Los niños son sumamente propensos a adquirir enfermedades infecciosas y sus organismos no tienen suficientes anticuerpos para protegerse.

Los niños son seres frágiles que requieren de mucho cuidado, especialmente en cuanto a la salud se refiere. Esto se debe a que los más pequeños no tienen las defensas suficientes como para protegerse de muchas enfermedades, desde las más inocuas hasta las más graves. Por ello, los expertos recomiendan que los niños sean vacunados contra algunas de estas enfermedades en sus primeros años de vida.

Es común que los más pequeños se contagien de ciertas enfermedades a través del contacto con sus compañeros de clases. Por este motivo, el gobierno australiano quiere prohibir que los niños que no hayan sido vacunados asistan a guarderías o centros preescolares, afirma The Telegraph en su artículo “Australia to ban children who have not been vaccinated from childcare centres”, sobre el que se inspira esta nota.

En los últimos años, distintos Estados de Australia (New South Wales, Victoria y Queensland) han implementado leyes que prohíben la inscripción de niños no vacunados en guarderías o centros preescolares, a menos que exista alguna justificación médica de por medio. El principio de esta ley es cuidar la salud de los niños, impidiendo que estos convivan directamente con otros que podrían ser portadores de ciertas enfermedades.

El primer ministro, Malcolm Turnbull, ha manifestado que fomentará la difusión de estas leyes en todos los Estados. Como parte de sus esfuerzos para impulsar a que cada vez más padres vacunen a sus hijos, en 2015 el gobierno australiano retiró los beneficios sociales y fiscales a las personas que se niegan a vacunar a sus niños. Con esto se logró que 200 mil niños más sean vacunados.

Sin embargo, existe una gran fuerza de oposición que se niega a seguir los consejos del gobierno, especialmente en las zonas rurales. Estas personas señalan que las vacunas contra enfermedades como la polio, rubeola, paperas y sarampión pueden causar autismo, entre otros problemas.

Distintos expertos aseguran que tales afirmaciones no son correctas. No obstante, Pauline Hanson, miembro del partido de derecha One Nation, ha manifestado su apoyo a los movimientos anti vacunas. Hanson señaló que los niños debían ser evaluados antes de que se les vacune para que los padres se aseguren de que no se presentarán efectos secundarios a causa de las inyecciones. Para sorpresa de muchos, tiempo después Hanson se vió obligada a admitir que tales exámenes médicos de despistaje no existían y que sus hijos habían sido vacunados también.

Por su parte, Michael Gannon, presidente del Australian Medical Association, afirma que es de suma importancia que los niños sean vacunados a fin de proteger su propia salud y la de los demás infantes a su alrededor. “La naturaleza de un niño pequeño los hace mucho más propensos a contagiarse de enfermedades infecciosas pues aún no han desarrollado las habilidades básicas de higiene”.

Este es un claro ejemplo en el que las políticas públicas pueden convertirse en instrumento para salvar vidas.