¿Vaping o cigarros convencionales?

Cada vez es más frecuente encontrar personas que en lugar de fumar los cigarros convencionales, optan por los electrónicos con el fin de reducir el uso de la nicotina en el caso de los que no la contienen.

Mientras algunos médicos recomiendan y promueven el cambio, los académicos piden precaución por la falta de información sobre el impacto que puede tener en los más jóvenes. Ya en los EE.UU. se quiere reprimir su uso.

De acuerdo a un reciente artículo publicado en Financial Times, titulado Vaping debate heats up, para el Comité de Ciencia y Tecnología de Westminster, estos dispositivos fueron concebidos como parte del arsenal de lucha contra el tabaquismo, sin embargo, eso no estaría ocurriendo porque muchos de los cigarros electrónicos se usan con nicotina lo que los hace igualmente adictivos.

Si bien entre los argumentos a favor se aportan estudios aparecidos en el Thorax Journal que dan cuenta que los cigarros electrónicos son seguros, lo cierto es que pueden afectar a los pulmones y terminar provocando una infección.

El auge de los vaporizadores ha ido de la mano con el crecimiento de los start-up que los comercializan que se han expandido en los EE.UU. y en el Reino Unido, por lo que se teme que se estimule una nueva adicción entre las nuevas generaciones, según advierte Scott Gottlieb, el jefe de la FDA, por lo que hay que reorientar su uso.

Se calcula que solo en los EE.UU. habría 10 millones de jóvenes dispuestos a intentar el uso de vaporizadores.

A principios de año, un artículo de The New York Times, advertía sobre estos peligros para los más jóvenes. La industria que fabrica estos dispositivos señala que el “vaping” no induce al consumo de tabaco convencional, pero en la práctica los detractores advierten que los tienta a usar nicotina que a lo largo del tiempo terminará por provocarles cáncer.

No obstante, el reporte más serio de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los EE.UU. dice que el cigarro electrónico es más seguro que el convencional, aunque no provoca que los que son fumadores dejen la práctica. Además, el panel de revisión de la FDA de los EE.UU. encontró evidencia que el vaping incita a adolescentes o adultos a probar cigarrillos regulares, aun cuando no se ha establecido certeza de que luego de probar los vuelva habituales.

Por ahora, lo más aconsejable es la precaución porque incluso se ha empezado a dudar sobre la objetividad de los estudios, algunos de los cuales, habrían sido financiados por la industria productora de los cigarros electrónicos.