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El éxito se construye, no se regala

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La clave del éxito de Andrew Cherng es apreciar cualquier experiencia que se tiene en la vida.
01 de enero de 2019
Red star
Por qué es importante
Según Cherng, el valor que lo mueve todo el tiempo es el deseo de aprender.

Andrew Cherng, realizó estudios de matemática en la Universidad de Baker en Kansas, pero en 1967 se fue a trabajar a New York en el restaurante de un conocido de su padre, donde realmente aprendió lo que es el trabajo duro.

Según un artículo de The Atlantic titulado Building a chinese Food Empire, seis años después, su sobrino que vivía en New York, abrió un restaurant en Washington DC y como necesitaba un gerente, contrató a Cherng para que lidere su inversión, Ya en 1972, mudó su local a Holliywood y Cherng hizo lo propio unos meses después, lo cual coincidió con la llegada de sus padres a los EE.UU.

Con ese respaldo, Cherng y su padre abrieron su propio restaurante en 1973 en Pasadena, California, al cual denominaron Panda Inn y que luego inspiró el Panda Express. Ambos se repartieron el trabajo, el padre cocinaba y Cherng estaba al frente del comedor. Desafortunadamente, el padre de Cherng murió 8 años después, sin haber visto el éxito de la cadena.

Hoy su imperio de Panda Express tiene 35 mil trabajadores en 2000 restaurantes en todo el mundo. Para Cherng la experiencia adquirida trabajando como mesero en la industria gastronómica, lo ayudó sin duda a desarrollar la idea de negocio que hoy lidera. Sin embargo, señala que lo que más influyó fue la idea que tiene de que “uno puede hacer algo además de solo trabajar, uno puede aprender a tomar responsabilidades y también ayudar a otros a hacer lo mismo”.

Bajo esa idea, cuando ven a una persona trabajadora, la invitan para que sea gerente y eso los impulsa a avanzar en lo personal y profesional.

Según Cherng, el valor que lo mueve todo el tiempo es el deseo de aprender.

La historia de este millonario de las franquicias de comida china, no es casual, detrás de lo que ha construido hay una personalidad dispuesta a trabajar mucho, pero también a tomar riesgos. Cada trabajo que realizó en su vida, desde lavar platos en el comedor de la Universidad, hasta ser gerente del restaurante de un familiar fue formando su personalidad y su deseo de superarse.

Todo un caso de éxito gracias a la constancia.