El boom de las sandalias más feas del mundo

La empresa alemana, Birkenstock GmbH., productora de sandalias, ha alcanzado una popularidad inusitada en los últimos años: 

• La revista Glamour las catalogó el calzado del verano 2013.
• La revista Vogue señaló que combinan muy bien con los vestidos y una buena pedicure.
• En el último año, las ventas de la empresa crecieron 40% en la mayoría de regiones del mundo y se duplicaron en Estados Unidos. 
• Al ritmo de crecimiento actual, la empresa estima que su objetivo de ventas mundiales de 20 millones de pares de sandalias para 2020 será alcanzado.

¿Cómo lo consiguió? Soprendentemente, lo consiguió sin hacer prácticamente nada. De hecho, durante mucho tiempo sus sandalias eran vestidas principalmente por hippies o personas desinteresadas de la moda. Quienes se burlan de estas las comparaban con el dulce que sobraba en una bolsa de golosinas que ahora todo el mundo quiere precisamente porque nadie más lo quiere. Incluso un diario británico tituló una nota que se refería a sandalias de diseño inspiradas en las "Birks" con la pregunta: ¿Son estos los zapatos más feos del mundo?

¿Entonces qué hay detrás de este boom? Para el gerente general de la empresa, el Sr. Oliver Reichert, el tratarse de una empresa familiar con 240 años en el mercado tiene una gran ventaja pues no tiene que lidiar con inversionistas hambrientos por utilidades o ansiosos por los resultados financieros trimestrales de la empresa. Para Reichert, este hecho además le permite tener una estrategia de negocio orientada solo a producir sandalias de la más alta calidad. 

La historia de Birkenstock GmbH. bien merecería ser caso de estudio en una escuela de negocios, particularmente porque ha alcanzado toda esta notoriedad con una inverión de marketing cercana a cero. De hecho, los modelos de los catálogos de la empresa son los mismos hijos de Reichert. Y, a pesar de que sus sandalias se venden en promedio a US$100 cada par, algunas marcas de diseñadores de lujo ya han realizado su propia versión de las “Birks”, las cuales se llegan a vender hasta en US$1,000 cada par.

Algunos expertos de moda señalan que se trata de una moda pasajera. Otros dicen que la comodidad de las sandalias y el hecho de que usar “Birks” proyecta una imagen personal de mayor sensibilidad podría hacer que su éxito continúe. El futuro, sin embargo, no inquieta a Reichert quien señala que 240 años de historia le dan la tranquilidad para no inquierarse por la competencia pues competidores ha tenido muchos y, mientras la mayoría de ellos ya no están, Birkenstock permanece.