Los nidos te preparan para el trabajo

Las máquinas están siendo capaces de destruir empleos en todos aquellos sectores en los que no se requieren habilidades sociales. En un estudio reciente titulado The Growing Importance of Social Skills in the Labor Market, David Deming señala que, desde 1980, el empleo en actividades para las que se requieren muchas habilidades sociales está creciendo mucho más rápido (24%) que en aquellas actividades en las que las habilidades sociales no son tan importantes (donde incluso se registraron contracciones). 

Esta es una buena noticia pues significa que la tecnología no podrá acabar con todos los empleos sino que siempre existirá un nicho en el cual las máquinas no podrán reemplazar a las personas. Más aún, según este mismo estudio, en las únicas ocupaciones donde se ha registrado un incremento consistente de los salarios desde el año 2000, son aquellas que combinan tanto las habilidades cognitivas como las sociales. 

En este escenario, la pregunta que surge automáticamente es cómo promover más el desarrollo de habilidades de las personas. Aquí es donde se presenta un obstáculo importante en la mayoría de países del mundo: la educación tradicional privilegia el desarrollo de las habilidades cognitivas sobre las habilidades sociales.

¿Y cómo se puede reformar la educación tradicional para adaptarla a esta nueva tendencia? Para algunas, la educación tradicional tiene mucho que aprender del modelo de trabajo de la educación preescolar en nidos o guarderías. En los nidos, los niños aprenden a compartir y negociar con otros mientras interactúan en proyectos de artes, ciencias o en simples juegos. En buena medida, los trabajos que más crecen y más pagan requieren este tipo de habilidades que se desarrollan en los nidos pero que luego se pierden en el sistema de educación formal.

Esto significa que los padres debemos tener cuidado en asignarle únicamente importancia al desarrollo de las habilidades técnicas de nuestros hijos pues existe una alta probabilidad que en el futuro estas tareas puedan ser automatizadas. 

Las grandes oportunidades en el mercado laboral del futuro serán para los jóvenes que consigan tener grandes habilidades técnicas y sociales simultáneamente. Esta no es una novedad. por ejemplo, el premio Nobel de Economía, James Heckman  ya había señalado en sus investigaciones que las habilidades no cognitivas de una persona son tan importantes como las cognitivas.