Los desafíos que impone la longevidad

En los países asiáticos, la longevidad es un valor preciado y, el hecho de que las personas cumplan muchos años, se celebra como un acontecimiento nacional que sus propios gobiernos celebran con un día especial. Uno de esos países es Japón, donde desde 1963 existe la costumbre de que todas las personas que cumplen 100 años, reciban un pequeño tazón de plata para beber sake que se llama sakazuki con una inscripción que dice kotobuki que significa larga vida, conjuntamente con una nota del primer ministro. Estos obsequios son financiados por el Ministerio de Salud.

El problema que se ha presentado  es que la cantidad de personas que cumplen 100 años en Japón ha aumentado significativamente. De hecho, Japón está entre los cinco países con mayor longevidad en el mundo gracias a que las mujeres viven en promedio hasta los 86.3 años y los hombres hasta los 80.5 años.

Por eso, se está planteando la posibilidad de reemplazar el material del que se hace el sakazuki por uno que tenga niquel y zinc y que máximo, tenga un baño de plata. Y es que cuando se instauró la tradición solo habían 153 ancianos centenarios, pero ahora hay casi 59 mil (la mayoría son mujeres) y se estima que en 2050, podrían haber 680 mil.

Si bien ya redujeron el tamaño del vaso para reducir sus costos, las tendencias demográficas estarían obligando al gobierno a plantearse reducir el homenaje a la nota del primer ministro, o a aumentar la edad para recibir el regalo.

La mayor longevidad de los japoneses tiene que ver con un excelente sistema de sanidad pública universal, un apego a la dieta tradicional baja en grasa, con tofu, vegetales y arroz, y en algunos casos, a la mayor práctica de deportes como el golf.

En un país donde las tradiciones importan, el gobierno aun no ha tomado la decisión sobre lo que pasará con los sakazuki. Tampoco se ha realizado una encuesta entre la población sobre cómo verían la decisión de cancelar la entrega del presente. Sin embargo, todo parece indicar que el Ministerio de Salud debería estar más preocupado en el incremento de su presupuesto de salud y pensiones que requiere para lidiar con esa mayor expectativa de vida, antes que en lo que significa el costo de estos pequeños cuencos que tienen más de simbólico que de valiosos (USD 60 por llevar una vida saludable y pasar la barrera del siglo).