Los hombres comen más para impresionar

Cuidado chicas: la ciencia ha descubierto que los hombres consumen más comida cuando tratan de impresionar a las mujeres. Un estudio del Food and Brand Lab de la Universidad Cornell, cuyos resultados fueron publicados en Evolutionary Psychological Science, analizó los hábitos de hombres y mujeres cuando comían en un bufet solas, acompañadas por miembros del mismo género o con miembros del género opuesto. Es decir, la cantidad de comida que un hombre consume podría tener que ver más con quién come que con cuánta hambre tiene.

Como parte del estudio, el equipo de Cornell observó a 105 adultos almorzando en un bufet italiano por dos semanas. Los investigadores registraron el número de tajadas de pizza y de tazones de ensalada que cada comensal consumió, y también tomaron nota del género del acompañante o acompañantes de cada comensal. Antes de retirarse del bufet, un investigador interceptaba a los comensales para solicitarles llenar una pequeña encuesta con el fin de conocer cuál llenos se sentían luego de la comida, y además cuán apurados y cómodos se sentían al comer.

Según los resultados del estudio, los hombres acompañados por mujeres comieron casi el doble de comida: los hombres que almorzaron con al menos una mujer comieron 93% más pizza (1.44 tajadas de pizza adicionales) y 86% más ensalada que aquellos que comían solo con otros hombres. Cabe señalar que la cantidad que las mujeres comieron no varió si es que comían con otras mujeres o con hombres, pero algunas mujeres que comieron con hombres sintieron que comieron más de la cuenta y que comieron de prisa. Sin embargo, los hombres no sintieron que estaban comiendo más de lo usual.

Lo que encontraron los investigadores de Cornell se puede explicar por la técnica de cortejo masculina conocida simplemente como “presumir”. Según Kevin Kniffin, Ph.D., responsable del estudio, los hombres tienden a comer de más para presumir. Por ejemplo, en los concursos de comer la mayoría de participantes son varones. Cuando el dinero no es un factor al decidir cuánto comer (por ejemplo, en un bufet), el hombre vuelve a un estado primigenio, reminiscente de la época en la cual la capacidad de consumir grandes cantidades de comida era un símbolo de prosperidad. Por otro lado, podría ocurrir que el hombre sabe en su subconsciencia que comer de más es malo para su salud, pero que igual lo hace delante de una pareja potencial para impresionarla.