Logo oe

El Fenómeno El Niño y la desnutrición infantil

Larger mala
Arrow red
El 18% de la población de Malawi necesita de ayuda alimentaria, según la UNICEF.
17 de diciembre de 2015
Red star
Por qué es importante
La comunidad Internacional no puede permitir que en el siglo XXI haya niños que mueran de hambre o desnutrición.

La UNICEF ha advertido que las consecuencias de El Fenómeno El Niño complicarán aún más la situación que se vive en Malawi que está enfrentando la escasez de alimentos, la recuperación de las inundaciones, una economía estancada y una prolongada sequía.

La UNICEF se ha visto obligada a hacer una suerte de cribado o censo poblacional apoyado por el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID) en un contexto en que una evaluación de vulnerabilidad dio como resultado que hay unos 2.8 millones de personas que necesitan ayuda alimentaria en ese país, lo que equivale al 18% de la población.

En esas circunstancias aun cuando haya más lluvias, las familias tendrán que esperar hasta marzo o abril de 2016 para cosechar los primeros cultivos y los niños hambrientos no sobrevivirán cuatro meses sin alimentos y sin tratamiento para la desnutrición severa o moderada.

Actualmente, UNICEF tiene un programa de tratamiento de la desnutrición en 90% de los distritos, pero su estimación es que solo está llegando al 50% de los niños afectados, aun cuando las cifras de los distritos señalan que el número de niños afectados no está subiendo en la mayoría de estos, salvo en los que fueron golpeados por las inundaciones que sí aumentaron el número de casos.

Todo parece indicar que la crisis no ha llegado a su pico, porque normalmente los meses críticos para la seguridad alimentaria son febrero y marzo, con lo cual, las cifras de desnutridos podrían ser mayores.

Malawi no es el único país de África oriental y meridional que está sufriendo estas crisis y las consecuencias de dos temporadas de malas o inexistentes precipitaciones, exacerbadas por un fenómeno meteorológico como El Niño. Y es que este Fenómeno está poniendo a los niños en riesgo de hambre, falta de agua y las enfermedades.

Etiopía, Somalia y Zimbabwe también tienen problemas de seguridad alimentaria, siendo el caso del primero el más dramático porque afecta a más de 10 millones de personas, pudiendo ampliarse a 15 millones en 2016.

Los países se han visto afectados por las inundaciones de principios de año que destruyeron cultivos, obligaron a desplazar a miles de personas, así como las sequías posteriores relacionadas con el sistema climático de El Niño, que en conjunto han contribuido a una caída del 30% en la producción de maíz.

Todo esto ha impactado también en los precios de los alimentos que se han disparado y, en consecuencia, la inflación se ha incrementado a 20.1%. Por ello, la comunidad internacional tiene que actuar para asistir en la gestión de esta crisis con el fin de evitar que los indicadores de desarrollo humano sigan deteriorándose y obligando a las personas a la migración en estos países.