Centros de salud en la selva peruana: Más de la mitad sólo cuentan con 1 o 2 trabajadores

En casi todos los resultados estadísticos sobre desarrollo humano la selva peruana sale perdiendo. Ubicada siempre en los primeros lugares en lamentables listas de mortalidad materna, infantil, desnutrición y anemia, esto se explica por la pobreza que azota a gran parte de la población junto a centros de salud ineficientes.

Así lo resalta el Informe Defensorial n° 169 “La defensa del derecho de los pueblos indígenas amazónicos a una salud intercultural”. Tal vez, el dato más impactante entre otros varios que señala el informe es que el 51% de comunidades nativas carece de establecimientos de salud; es decir, más de la mitad de nativos no tiene donde atenderse ante un eventual accidente o enfermedad.

No sólo esto. Los pocos centros de salud disponibles son totalmente ineficientes. El 55% de establecimientos supervisados por la Defensoría del Pueblo sólo cuentan con 1 o 2 trabajadores, de los cuales la mitad son técnicos en enfermería. Como resultado, muchos centros de salud se encuentran vacíos y muchos que tuvieron que recorrer horas para llegar al centro de salud más cercano deben regresarse con dolor o heridos pues nadie pudo atenderlos. «Vienen madres de otras comunidades, pero se regresan sin ser atendidas pues no hay nadie en el puesto de salud» declara un nativo para la Defensoría.

La escasez de personal en estos centros de salud, explica el informe, se debe a que nadie quiere trabajar en estos. «Nuestro personal está renunciando constantemente porque, probablemente, no hay los servicios básicos, no hay dónde hospedarse ni alimentarse (…) El profesional de salud no está acostumbrado a todo esto. De repente está un mes en una comunidad y al otro mes está renunciando» dice un trabajador en un Centro de Salud en Satipo. Esto evidencia la falta de incentivos laborales para que buenos profesionales se interesen en trabajar en estos lugares.

A esto se une la escasez de medicamentos. El 60% de los establecimientos, señala el Informe, no cuenta ni siquiera con sueros antiofídicos, y el 40% del personal de salud señaló que los medicamentos son insuficientes. Para colmo de males, los pacientes corren el riesgo de cobros indebidos. En algunos centros de salud las vacunas tienen un costo de 10 soles cuando esta debería ser gratuita.

Frente a esta situación, la Defensoría del Pueblo recomendó designar un órgano de alto nivel dentro de la estructura funcional del Ministerio de Salud y de los Gobiernos Regionales que priorice la atención de los pueblos indígenas en todos los niveles de los servicios de salud.

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