Usted está a punto de cambiar la humanidad para siempre. ¿Desea continuar?
- Un grupo de científicos de gran prestigio mundial ha solicitado una moratoria al uso de la tecnología Crispr-Cas 9.
- Esta tecnología permitiría realizar alteraciones a las células germinales. A través de estos cambios sería posible alterar patrones genéticos no solo de un embrión sino del de todas las generaciones posteriores.
- La última vez que se solicitó una moratoria de este tipo fue en 1975. En aquél entonces, la tecnología en cuestión era la ingeniería genética que ya era capaz de introducir partes del ADN de una especie en otra.
A pesar de que existen todavía encendidos debates alrededor del tema, el transplante de genes de un organismo a otro ya es una práctica cada vez más extendida. No siempre fue así. En 1975, un grupo de científicos de los mejores del mundo demandó una moratoria en el uso de estas mismas tecnologías de ingeniería genética hasta que se hayan tomado todas las medidas necesarias en materia de seguridad en su uso. Hoy muy pocos disputan el hecho de que la ingeniería genética tiene usos extremadamente beneficiosos.
Sin embargo, esto no quiere decir que los temores que se tenían en 1975 hayan sido injustificados. Resulta bueno tener esto en perspectiva pues hoy un grupo de científicos de gran prestigio mundial ha solicitado una moratoria al uso de la tecnología Crispr-Cas 9.
Para entender los temores generados por esta tecnología es importante recordar la diferencia entre las células somáticas y las células germinales. Las células somáticas son aquellas que prácticamente originan la mayor parte de las células del organismo como los músculos, los nervios, la piel, entre otros. Las células germinales, por su parte, son las precursoras de los gametos: óvulos y espermatozoides. Estas células contienen el material genético que va a pasar a las siguientes generaciones. La tecnología Crispr-Cas 9 permite realizar alteraciones a las células germinales.
Muy pocas personas están en desacuerdo con que se use la ingeniería genética para evitar que un niño herede, por ejemplo, la enfermedad de Huntington. Sin embargo, ¿cuál es la necesidad de hacer que cierto tipo de cambios sean de naturaleza permanente no solo para un niño sino para todas las generaciones posteriores a este?.
Permitir el uso de esta tecnología, sin lugar a dudas, permitiría resolver una serie de problemas médicos que hoy generan dolor y sufrimiento. No obstante, al igual que en 1975, los científicos recomiendan avanzar con cautela pues esta misma tecnología que hoy se discute podría terminar siendo utilizada para fines en los que no existe una urgencia médica de por medio—por ejemplo, para el mejoramiento voluntario de ciertas capacidades físicas e intelectuales. Sugieren, en síntesis, sopesar adecuadamente las posibles consecuencias de la utilización de la Crispr-Cas9 tanto desde un aspecto práctico como ético. Si estuviera en sus manos declarar una moratoria al uso de esta tecnología o autorizar su libre utilización, ¿qué haría?