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Para darle sentido (o para cuestionar) lo que ocurre a nuestro alrededor.
Grandes historias de todo el mundo: estremecedoras, tiernas, sorprendentes y humanas.
Nuevas tendencias e ideas innovadoras en el campo de la ciencia, tecnología, negocios, política y cultura.
Le damos sentido a las cifras estadísticas o te decimos cuando no lo tienen.
Los temas que deberían ser parte de la agenda nacional analizados por el equipo de Proexpansión.
PERSONAS
Si no los conoces, te convendría hacerlo. Y si ya los conoces, quizás te guste el lado que te mostramos de ellos.
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La revista PNAS publicó un estudio que muestra que los pobladores de comunidades indígenas de zons en los márgenes del mundo globalizado tienen un mayor nivel de satisfacción con sus vidas que la población de países europeos que es la más feliz.
La clave para mejorar los niveles de confianza interpersonal es dejar de lado el "yo exacerbado" y empezar a pensar en los otros.
Japón es capaz de reducir el impacto de fenómenos naturales y accidentes gracias a la disciplina y organización de su población, pero también con el uso de tecnología y con las acciones promovidas desde el gobierno.
El regulador de videojuegos de China ha establecido una serie de restricciones para frenar el gasto en video juegos y combatir la ludopatía de los más jóvenes.
Un análisis de la revista The Economist concluye que la brecha salarial que resulta del exceso de peso es peor de lo que se pensaba.
La era digigital está fracturando sistemáticamente la esencia del ser humano por la cantidad de información que se apodera de nuestra atención.
Meta, dueña de Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger habría violado las leyes de protección al consumidor diseñando productos que manipulan psicológicamente a los jóvenes usando funciones que promueven el uso compulsivo e intensivo de las redes sociales como Instagram solo por fines económicos.
Las mujeres son renuentes a alzar su mano y plantear preguntas en público por varias razones.
Una reciente investigación en Bélgica dio como resultado que 27 de 39 marcas de sorbetes contenían sustancias poli y perfluoroalquiladas (PFAS), sobre todo los que estaban hechos de papel y bambú.