Por una América Latina más segura: ¿Por qué algunas personas delinquen y otras no?
- Hoy se presentó en Lima el Reporte de Economía y Desarrollo 2014 que trató el tema de la inseguridad en América Latina.
- El reporte analiza, entre otros temas, las circunstancias por las que una persona se convierte en delincuente.
De la población joven con riesgo criminal, sólo el 2,5% de estas personas, se dedica a alguna actividad delictiva, lo cual da luces sobre la criminalidad en la región. La mayoría de delincuentes comete un crimen y no vuelve a reincidir, según lo indica el último Reporte de Economía y Desarrollo (RED) “Por una América Latina más segura” que aborda en uno de sus capítulos el origen de la delincuencia.
¿Por qué solo ciertos individuos cometen crímenes? ¿Y por qué algunos permanecen en esas vidas criminales mientras otros salen? El estudio propone dos conceptos para entender este tema: la propensión y la exposición. Mientras los primeros años de vida son cruciales para la formación de la propensión criminógena, a esa edad la exposición es menos determinante para crear potenciales eventos criminales. En cambio, en a adolescencia, la exposición (dada por ejemplo por la conducta del entorno escolar y del barrio) aumenta su papel en la conformación de situaciones de crimen.
El estudio hace hincapié en que ninguno de estos dos factores son estáticos, sino que son afectados por los sucesos que marcan la vida de las personas. Hay ciertas etapas de la vida que son más importantes para la formación de la propensión y otras donde la influencia de la exposición es mayor, como se explicaba líneas arriba.
De ahí la importancia de poner un gran énfasis en el rol de la familia, ya que son las que sientan “bases sólidas para el desarrollo de habilidades cognitivas y socioemocionales que más tarde ayudan a las personas a mantenerse alejadas de situaciones criminógenas”. Cuando se trabaja en esta etapa, se evita la propensión criminógena.
Por otro lado, las intervenciones que se focalizan en niños en edad escolar e involucran además la escuela y a la comunidad son las que buscan evitar la exposición delincuencial. Un enfoque hasta antes de los 8 años aumenta las posibilidades de prevenir la criminalidad y delincuencia en adolescentes y jóvenes, mientras que hasta los 20 años busca encauzar a los jóvenes y evitar que cometan actos delictivos más graves.
El entorno familiar, escolar y de la comunidad del niño es muy importante para la formación de los niños. De estos factores depende que existan o no futuros delincuentes y, en consecuencia, una mayor inseguridad en las calles.
