Sistema dual: La cultura del aprendizaje continuo en las empresas

El Sistema de Educación Dual es un sistema de formación profesional que combina el aprendizaje con el trabajo. Este sistema, de gran arraigo en Alemania y otros países europeos, hace que la empresa enseñe al empleado o el aprendiz los hábitos y la forma de trabajar de ella misma. Además, también se le pone al día con conocimientos tecnológicos renovando la información que el trabajador tiene. A la par de este aprendizaje, el aprendiz también desempeña labores en la empresa, la cual le paga tanto las horas trabajadas como las que asiste a clases.

Grandes empresas alemanas como Bosch o Deutsche Bank siguen este tipo de sistema. Para estas empresas es importante formar a sus propios empleados en la filosofía de la empresa y lo que buscan es que este período de aprendizaje pueda en un futuro convertirse en un contrato permanente. La idea es permanecer con trabajadores leales a la empresa, que conozcan sus modos, sean gente confiable que pueda resolver los problemas de esta de manera eficaz. Lo que se busca es una relación no cortoplacista sino larga y duradera.

Este sistema ha permitido la revaloración de carreras prácticas no sólo en Alemania sino en Europa, por lo que miles de postulantes a aprendices pugnan por un cupo en una de estas escuelas. En la planta de John Deere en Mannheim, cada año más de 3 mil jóvenes aplican por sólo 60 puestos. En el Deutsche Bank en Frankfurt los postulantes son 22 mil para 425 puestos.

En América Latina, países como Colombia han llevado este sistema de aprendizaje a algunas empresas; y en México es un programa nacional. Sin embargo, existen varias dificultades por las que este sistema aún no despega en esta región. La primera gran razón son los costos que implica a la empresa. Tener un aprendiz puede costarle a la empresa o compañía un presupuesto entre los 25 y 80 mil dólares al año. Otra razón es la centralización del sistema alemán y el rol que juega el estado en regular a las empresas privadas. Los cursos impartidos, por ejemplo, para un maquinista en la empresa A, son similares a los que se imparte en la empresa B. En un futuro si el trabajador lo desea, aunque esto no es lo que buscan finalmente, podría cambiar de trabajo y ser maquinista en cualquier otra empresa.

Las carreras prácticas o técnicas están comenzado a ser revaloradas en otras partes del mundo donde se pagan tan bien como las universitarias. En Europa, hay una preocupación por la enseñanza a estos trabajadores y, también, un mayor respeto por estas carreras. América Latina debe aprender de ello y comenzar a apostar por formar a sus empleados si es que desea relaciones laborales más duraderas y leales.