Los peligros de comer tarde en las noches

El ritmo agitado de la vida diaria ha llevado a muchos a cambiar los hábitos al comer. Debido a reuniones y otros compromisos laborales, muchas personas saltean el almuerzo, comiendo sólo en la cena, y en el peor de los casos, dejan ésta para muy tarde en la noche, poco antes de dormir. Eso que hasta hace poco era visto sólo como un mal hábito ha comenzado a tener consecuencias poco agradables en las personas.

El reflujo gastroesofágico es una condición por la cual los alimentos digeridos se devuelven del estómago hacia el esófago llegando hasta la boca. Esto puede irritar el esófago debido a los ácidos gástricos. El reflujo se origina debido a una dieta pobre nutricionalmente, pero rica en grasas saturadas y productos procesados. Sin embargo, otra razón para este mal pueden ser los horarios de comidas, en especial, comer muy tarde por la noche.

Para el médico especializado en el tema Jamie Kaufman, el problema puede ser grave dado que el reflujo puede derivar en cáncer al esófago. En la actualidad el cáncer de este tipo se ha incrementado en 500% desde los años setenta y más del 40% de norteamericanos sufre de reflujo.

Aunque el ardor estomacal es el síntoma por excelencia de este mal, hay otros que pueden estar encubriendo esta condición. El goteo nasal, la sinusitis, ronquera, y la tos crónica también son signos de reflujo, por lo que se debe estar pendiente de estos síntomas.

La solución es no sólo modificar la dieta a una más nutritiva que involucre el consumo de vegetales y la eliminación de grasas saturadas y alimentos procesados, sino también un cambio en los horarios de alimentación. La cena debe realizarse al menos tres horas antes de ir a la cama para dar al cuerpo el tiempo necesario para poder digerir lo ingerido. Según Kaufman, en seis semanas se pueden eliminar todos los síntomas del reflujo si se siguen estas pautas.