NÚMEROS
La paradoja del tomate en Nigeria
Hoy en día se estima que más de 200 mil agricultores se dedican al cultivo de tomates en Nigeria; sin embargo, la pasta de tomate que se consume en ese país a través de casi 50 marcas, está hecha de tomates importados por un valor de USD 1500 millones que solo se procesan en la etapa final, mientras buena parte de la cosecha de estos, se pudre en los campos.
Esto que sucede en este país, ocurre también en otros lugares del mundo donde los productores no encuentran las condiciones para procesar sus productos, agregándoles valor por diversas razones: conectividad, infraestructura productiva, conocimiento, entre otros.
El problema de Nigeria data de hace 40 años cuando la industria petrolera mató la agroindustria y convirtió a ese país de ser un productor de alimentos del mundo a un importador de los mismos.
Posteriormente, las medidas tomadas por los sucesivos gobiernos fueron orientadas a reducir obstáculos a la inversión, fomentar la producción y el procesamiento. Sin embargo, nada ha funcionado y Nigeria sigue sin tener una empresa que procese el tomate fresco, según refiere el Financial Times. No obstante, el año pasado se anunció la entrada en funcionamiento de la Dangote Tomato Processsing Factory (DTPF) en el estado de Kano en Nigeria con una capacidad de procesamiento de 1200 toneladas /día.
Para los inversionistas, el problema siempre es asegurar una cadena de suministro eficiente que justifique las inversiones que hay que realizar. Por ello, es destacable el esfuerzo realizado por Mira Mehta, una graduada de Harvard Business School de 31 años, que ha creado Tomate Jos.
Para lograr su objetivo, Mehta obtuvo USD 300 mil de Kichstarter con el fin de demostrar que es posible hacer agroindustria rentable en Nigeria y, en el proceso, beneficiar a los agricultores locales.
El camino no será sencillo, porque los campos nigerianos también enfrentan problemas de irrigación, plagas, falta de semilla de calidad o de un programa de fertilización más intensivo. También tienen que desarrollar proveedores entre los agricultores locales, con el fin de tener el aprovisionamiento homologado y asegurado, pero el impacto de hacerlo puede ser tan grande, que para Mehta vale la pena el esfuerzo.
Por lo pronto, Olam, la transnacional que importa la pasta de tomate a Nigeria, ha ofrecido comprar la producción que realice Jos.
Esta paradoja que sufre Nigeria con el tomate, es similar a otros casos que sufren los países latinoamericanos que exportan sus materias primas para luego importar los productos procesados de otros países, o que ven pudrirse sus cosechas mientras compramos esos alimentos transformados a otros países. Mientras eso ocurre, los agricultores de nuestros países solo quieren encontrar mercados para sus cosechas con el fin de alimentar a sus familias. La diversificación productiva sirve para evitar que eso ocurra.
Publicar un comentario