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¿Habilidades académicas en kindergarten?
Muchos miembros de la generación de los sesenta no fueron al kindergarten sino que directamente empezaron el primer grado, dado que antes no existía la obligatoriedad de tener 6 años para empezar la educación primaria y los padres pensaban que era una buena idea adelantarlos.
A partir de la década de los setenta y en adelante, aparecieron los nidos, los prekinder y los kínder con el fin de incentivar la estimulación temprana de los niños y enseñarles de psicomotricidad, plasticidad, aprestamiento y otras habilidades propias de esas edades para prepararlos para el nivel primario.
Actualmente, el nivel inicial forma parte estructural de la formación educativa casi en todos los sistemas del mundo. Se ha convertido en obligatorio y es un requisito para acceder al primer grado de primaria. Lo que también ha cambiado es que si bien en buena parte se sigue incidiendo en la estimulación temprana, se ha ampliado a generar habilidades académicas que antes se promovían con posterioridad, tanto a nivel de números como de letras.
Un reciente estudio denominado Is Kindergarten the New First Grade?, de los investigadores de la Universidad de Virginia Dphna Bassok, Scott Latham y Anna Rorem, advierten precisamente que hoy por hoy los jardines de infantes están dándole mayor énfasis a las actividades académicas y dedicando menos tiempo al juego.
El estudio no se va tantas décadas atrás, sino que compara 1998 con 2010 y advierte que ha habido cambios sustanciales en las mayores expectativas académicas para los niños que asisten a kindergarten, lo cual está orientando a los centros de educación inicial a avanzarlos en alfabetización, matemáticas, y, otros, en lugar de dedicar más tiempo a la interacción social, la música, el arte, la ciencia y otras actividades necesarias para crear competencias propias de la edad. Para ello usa datos de un estudio longitudinal en 1998 y 2011 y compara los kidergarten entre 1998 y 2010, a partir de una muestra de 2500 kindergarten de colegios públicos en 1998 y 2700 en 2010.
Esta circunstancia ya había sido advertida por un informe denominado Crisis in the Kindergarten que de alguna manera mostraba que se estaba pretendiendo desarrollar el plan de estudio de primer grado en el kindergarten.
Por eso es tan relevante el estudio bajo análisis, porque llama a la reflexión sobre los beneficios y riesgos de la orientación de la primera infancia hacia experiencias de aprendizaje, en lugar de invertir el tiempo en desarrollar habilidades sociales o de fomentar la salud física y mental.
La investigación demuestra el vínculo entre el aprendizaje en primera infancia y los resultados posteriores de la vida, por lo que vale la pena preguntarse qué tan importante es pretender adelantar a los niños y no dejarlos que disfruten su infancia.
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