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Los desafíos en los sistemas de salud

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EE.UU. resultó en último lugar cuando se le comparó con otros diez países industrializados a nivel del sistema de salud.
10 de febrero de 2016
Red star
Por qué es importante
La adopción de sistemas de tecnología como los registros médicos integrados contribuye a la mejora del control y atención de pacientes.

La atención de salud es uno de los aspectos que siempre pone en la mira a cualquier gobierno en cualquier país porque asegurarla para todos los ciudadanos tiene un impacto en las finanzas públicas, y, porque generalmente, los recursos nunca son suficientes para garantizar una buena calidad.

En una evaluación denominada Mirror, Mirror on the Wall, 2014 Update: Care System Compares Internationally, realizada por The Commonwalth Fund, que sirve de base para la elaboración de esta nota, se comparó a los EE.UU. con 11 países a nivel de sus sistemas de salud desde la perspectiva de calidad, acceso, eficiencia y equidad, así como la expectativa de vida y las tasas de mortalidad infantil. Los países analizados resultaron ubicados en el siguiente orden: Reino Unido, Suiza, Suecia, Australia, Alemania, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Francia, Canadá y los EE.UU.

¿Qué tiene que ver cómo salió EE.UU. con lo que ocurre en los sistemas sanitarios de países en desarrollo?

Los resultados son igualmente aplicables a los sistemas de salud de los países en desarrollo que quieren mejorar el proceso de atención, la coordinación y la equidad, incluyendo también una información pública de los datos de calidad.

Lo que viene a continuación son los hallazgos de la investigación:

No necesariamente el sistema en que más se invierte es el más eficiente en los indicadores que mide este ranking. Ese es el caso de los EE.UU. que tiene el sistema más caro del mundo, pero ocupa el último lugar en las dimensiones de desempeño. Los resultados de este país son malos a nivel de los gastos, los costos administrativos, la complejidad de los sistemas administrativos y la duplicación de pruebas.

La universalidad de la asistencia sanitaria parece hacer la diferencia. EE.UU. no cuenta con un seguro de salud de cobertura universal, como sí ocurre con el resto de países industrializados analizados. Ciertamente, hay que advertir que los resultados usados para elaborar el ranking corresponden a la etapa anterior a la plena aplicación del Obama Care, aun con el cual algunos desafíos se mantienen. Las mayores desventajas se presentaban con respecto a la atención primaria, antes que a la especializada. En cambio, países como Canadá tienen problemas para el acceso a la salud especializada. Por ello, los mejores sistemas buscan un equilibrio en el acceso a ambos tipos de salud.

La adopción de sistemas de tecnología de información de salud es clave para coordinar la atención entre médicos y hospitales. En EE.UU. se ha tenido que dar incentivos financieros para que los médicos usen de forma significativa los sistemas de tecnología de información de salud como los registros médicos integrados, lo cual influye en el control y atención de todos los pacientes, pero en particular, de aquellos que tienen enfermedades crónicas.

La prevención contribuye a la reducción de los gastos en salud. Si bien los once países tienen margen de mejora en este aspecto, lo cierto es que a diferencia de los EE.UU. gastan menos como porcentaje del PBI.

Los costos impiden el acceso a la salud de los más pobres. La población de menores ingresos de los EE.UU. se inhibe de acudir a los médicos cuando están enfermos o a hacerse una prueba, porque sin seguro no podrían financiarlo.

Todos estos datos ponen en evidencia la importancia que ha tenido para un país como EE.UU., la Ley de Asistencia Asequible (Affordable Care Act) para las familias elegibles para obtener la cobertura.