A todos se nos hace saber que las drogas son malas desde que somos pequeños. Entidades gubernamentales, la escuela y la familia se encargan de esto. Sabemos que pueden llevarnos a un estado en que perdemos el control sobre nuestras vidas y dañamos a nuestros seres queridos.
Si ya eso es malo, ¿cómo clasificarías a una droga que entre sus efectos incluye la caída de la piel en pedazos, la gangrena de los miembros inferiores, ulceras y descoloración de la piel?.
Krokodil es el nombre coloquial con el que se conoce a esta droga en la calle y desomorfina como se le denomina a nivel técnico. También es conocida como la “heroína de pobres” debido a que es una versión mucho más económica de la heroína convencional. Su mercado es el de todos aquellos adictos que no pueden alcanzar a comprar la versión más “costosa” de la droga. Además, debido a su sencillo proceso de manufactura sus usuarios suelen vivir fabricándola y consumiéndola.
El tema del precio se ha convertido en uno de los problemas más perversos, concluye un artículo de Oxford Analitica ,“Syntehtic drug krokodil could ravage conflicto zones”, debido a que la fórmula de ser barata sumado al hecho de ser destructiva y dañina, se convierte en una combinación extremadamente peligrosa.
Otra de sus características es que a diferencia de la heroína que necesita meses para ser cultivada, krokodil puede ser hecha en casa en menos de una hora y sus efectos duran más de 90 minutos.
La droga fue creada en Rusia en 1970 y luego de un periodo en que fue sustituida por otras drogas, resurgió y se expandió en 2002 debido a una plaga que redujo en 50% el total de la heroína producida por Afganistán.
Esto facilitó que se esparciera de forma rápida en los alrededores de Rusia y países como Ucrania, Georgia, y Kazajstán, donde ya hay un gran número de usuarios de esta droga. El siguiente paso fue su expansión en países occidentales.
Para combatir su presencia, los gobiernos han empezado a prohibir la venta de codeína (material usado para su elaboración), labor que se ha mostrado sumamente complicada.
Mientras, se han registrado una gran cantidad de muertes asociadas a esta droga en países como Alemania, Polonia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos (mismos síntomas, pero sin confirmar).
El principal problema con krokodil es que la tasa de mortalidad asociada con esta es más elevada que cualquier otra droga. Cuando eso se combina con el precio y la accesibilidad, los países se encuentran con un gran problema en su lucha contra las drogas. Si bien las medidas tomadas hasta ahora (hacer menos accesible los materiales para la elaboración) no hacen que la droga desaparezca, esperemos que al menos frene su avance.
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