IDEAS
La revolución de las pistas
Toda la vida, se nos ha dicho que los carros en general contribuyen de manera enorme a la contaminación y al incremento exponencial del calentamiento global. Y efectivamente, tienen razón. Sin embargo, también es cierto que la tecnología está desarrollándose tanto que hoy en día se producen autos ecoamigables, y además, de acuerdo a un reciente artículo de The Washington Post, denominado “Transit is dead. Let’s prepare for the next mobility revolution”, eliminar completamente el flujo de autos en las calles tampoco ayudaría a solucionar todos los problemas que existen.
Precisamente, Randal O´Toole, investigador senior del Cato Institute, esboza un panorama de todos los beneficios que trajo consigo la movilidad de masas gracias al automóvil en su libro Gridlock: Why We´re Stuck in Traffic and What to Do Avout It. En este nos hace recordar que gracias a la implementación esa movilización se dio un impulso a la construcción, se produjo una mejora en el área de vivienda, y se logró abaratarla porque se podían construir en zonas más alejadas.
Otra dimensión que no se tiene en cuenta, es que la movilización de personas favorece el dinamismo de las ciudades que de lo contrario estarían económicamente muertas.
Esto significa que la revolución de la movilidad no pasa por quedarnos sin autos, sino de que estos sean distintos a los actuales.
Para O´Toole, estamos en medio de una revolución en la forma en la que nos movemos. Esta revolución está relacionada con los carros autónomos. Además, sugiere que en vez de entretenernos en pensar qué pasaría si es que sucediera, deberíamos concentrarnos en cómo modificar la estructura de nuestras ciudades para solventar dicho cambio.
Un mundo donde los carros autónomos dominen las calles va a cambiar la forma en la que pensamos acerca de la distancia, debido a que estos generarían una menor congestión en pistas y carreteras. Gracias a ello, las personas podrían vivir más alejadas de sus centros de trabajo sin el miedo de llegar tarde. Además, reduciría el tiempo que las personas pasan en las pistas y probablemente también transformaría el concepto del transporte público que se verá obligado ser más flexible y barato en vez de invertir en construir nuevas formas de transporte.
Esto explica el interés de la administración del presidente Obama en invertir miles de millones de dólares en desarrollar infraestructura apropiada para que pueda guiar a los autos autónomos. Sin embargo, los expertos y las compañías como Google que están involucrados en proyectos de autos autónomos señalan que esta infraestructura no es necesaria, e incluso está obsoleta cuando llegue a estar lista.
Toda una revolución en marcha.
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