Alemania vs Airbnb

Si bien Alemania es de los países europeos que tiene mejor capacidad para afrontar los tiempos de reducción del crecimiento económico, o el impacto migratorio, lo cierto es que en la práctica, no está exenta de sufrir problemas estructurales y menos aun de la necesidad de tomar decisiones drásticas para resolverlos.

Esto es lo que parece haber ocurrido en Berlin, la ciudad más cosmopolita de Alemania, y probablemente una de las turísticamente más visitada.

De acuerdo a un artículo de The Independent, titulado “Berlin stops Airbnb renting apartments to tourists to protect affordable housing”, las autoridades se han visto obligadas a prohibir que los ciudadanos ofrezcan sus viviendas a empresas como Airbnb o sistemas similares, con el fin de que las orienten al alquiler a la población local.

Y es que como consecuencia del incremento del turismo en esa ciudad, se ha producido una escasez de viviendas o el incremento exhorbitante de las rentas de las mismas para la mayoría de los ciudadanos que necesitan acceder a una. Esto ha ocurrido porque las personas que cuentan con viviendas adicionales a la que habitan están prefiriendo alquilarla por días, semanas u otros periodos cortos para obtener rentas mayores, que haciéndolo a largo plazo.

Se trata de la ley denominada “Zweckentfremdungsverbot”, la cual establece que todo ciudadano que alquile su departamento a corto plazo a turistas sin un permiso de la ciudad de Berlín, será sancionado con multas de hasta EUR 100.000.

Como donde manda capitán no manda marinero, la reacción ha sido inmediata y todo parece indicar que la medida está ayudando a resolver el problema de escasez de vivienda. Sin embargo, Airbnb ha salido al frente para advertir, como suele ocurrir con este tipo de medidas que prohiben algo, que la decisión favorece a los ciudadanos con necesidades de vivienda, pero perjudica a aquellos que usaban la renta que obtenían por los alquileres a corto plazo para amortizar su propia deuda hipotecaria.

Por ello, Airbnb ha sugerido a las autoridades que escuche más a sus ciudadanos, porque además la medida establecida restringe el libre ejercicio del derecho de propiedad: hacer lo que uno quiera con su propiedad.

Habrá que seguir este caso, para conocer si se llega a cuestionar la validez jurídica de la norma que obliga a consultar a la ciudad si uno puede o no asignar un bien propio a un contrato de alquiler por periodos breves o no puede hacerlo por un principio de solidaridad.