HISTORIAS
El caso del EpiPen y las leyes de competencia
En ocasiones, comer algo puede generarnos una reacción alérgica como ronchas o enrojecimiento de la piel. Pero estos efectos pueden ser mucho más graves y comprometer órganos importantes como los pulmones o el corazón y llevar a una persona hasta la muerte. A esto se le conoce como anafilaxia y la mejor manera de tratarla a tiempo es inyectando al paciente adrenalina, de manera que sus órganos no dejen de funcionar y se pueda proceder a suministrar corticoides y demás medicamentos.
La compañía farmacéutica Mylan fabrica el EpiPen, autoinyectable de adrenalina con diseño similar al de un lápiz, desde hace algunos años atrás ha logrado ingresar al sistema educativo de los EE.UU., y convertirse en un producto indispensable en las enfermerías de los centros educativos, de acuerdo a ley. Mylan ofrece descuentos a los colegios y distribuye sus productos gratuitamente en algunos casos. Sin embargo, nuevas acusaciones indican que Mylan habría impuesto a las escuelas acuerdos desleales con la competencia a través de contratos de exclusividad, según da cuenta un artículo de PBS NewsHour, titulado “Mylan may have violated antitrust law in its EpiPen sales to schools”.
Cuando la compañía percibió una importante oportunidad de mercado en su EpiPen, inició una intensa campaña para concientizar a las personas sobre el riesgo que significa la anafilaxia y logró que su marca se posicione en la mente de los consumidores. Pero, su más importante conquista fue convencer al gobierno de que todas las escuelas deberían contar con EpiPen para salvaguardar la vida se los niños y adolescentes. Así, la compañía logró introducir su producto como uno de primera necesidad.
En ese contexto, Mylan lanzó un programa llamado “EpiPen4Schools” en 2012 para ofrecer descuentos a las escuelas de manera que estas puedan adquirir los inyectables sin mayor problema con una rebaja de USD 112, según la propia empresa. Así mismo, más de 65 000 colegios se han visto especialmente beneficiados de este programa al recibir los medicamentos gratuitamente.
Sin embargo, se ha encontrado evidencia de que Mylan habría impuesto a las escuelas contratos de exclusividad según los cuales los colegios no podían adquirir los inyectables de ninguna otra compañía por un periodo de 12 meses, lo cual constituye una violación a la ley de competencia.
La compañía ha respondido a tales acusaciones afirmando que esas condiciones ya no forman parte de sus contratos. Al respecto, Harry First, profesor de la Escuela de Leyes de New York, ha señalado que esto no limpia a Mylan de sus posibles crímenes porque “Es como el ratero que dice que ya no roba más”.
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