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Los propósitos de 2019

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El Perú vivió un año difícil golpeado por los casos de corrupción que se visibilizaron, pero con la esperanza de que esto sea un punto de quiebre.
01 de enero de 2019
Red star
Por qué es importante
Entre todos los deseos, sería bueno incluir más "emocional fitness", lo cual significa preocuparnos no solo de moldear el cuerpo hacia afuera sino nuestros sentimientos.

Un artículo publicado en el diario español Expansión, titulado Que en el 2019 te llenes no de casualidades, sino de causalidades, obliga a recordar que es difícil cambiar las cosas malas que pasan en el mundo si no saneamos un poco el nuestro.

Es difícil pensar que el año que empieza sea peor que este en el cual renunció un presidente; se anuló el indulto del ex presidente Fujimori y las familias de las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta consideran que sigue burlando a la justicia porque permanece en una clínica local; el ex presidente Ollanta Humala y su esposa pasaron de estar presos por 10 meses a recuperar su libertad por una decisión del Tribunal Constitucional pero a los pocos días fueron despojados de su casa; se visibilizaron más involucrados en las investigaciones en el caso de corrupción que más ha golpeado al país: caso Lava Jato que incluso han llevado a la prisión preventiva a la líder política con más representación en el Congreso de la República; y, se descubrió el caso de Lava Jueces, a partir de la difusión de audios que determinaron la renuncia completa del Consejo Nacional de la Magistratura, y que un ex vocal supremo pase sus días en una cárcel española en espera de su extradición, luego que ese país le denegara el pedido de asilo.

Pero eso no fue todo, otro ex presidente pidió asilo a Uruguay, este lo denegó y ahora busca desestabilizar el país atacando a quien denomina como presidente interino. A esto se suma que ha sido un año difícil para la economía, no se han hecho reformas estructurales que el país necesita, tampoco se ha avanzado mucho en la reconstrucción, y, los problemas que afectan a los ciudadanos más vulnerables continúan: la anemia ha aumentado, los problemas de inseguridad se han multiplicado y los feminicidios no paran de horrorizarnos con más de 145 casos en lo que va del año.

En medio de todo este mar de malas noticias, fuimos al mundial de futbol y aunque ni siquiera pasamos a los cuartos de final, por un breve periodo de tiempo, fuimos felices y estuvimos unidos. Algo similar ocurrió con el referéndum, aun cuando por una maniobra del Congreso de la República se tuvo que descartar la Bicameralidad.

También disfrutamos con los éxitos que siguen cosechando los chef peruanos, el triunfo de Mónica Martínez Sánchez en las Olimpiadas de Matemáticas, el pentacampeonato de ajedrez continental logrado por Deysi Cori, la forma en que Julio Granda venció al legendario campeón mundial Anatoly Karpov, el premio recibido por Ricardo Pun-Chong de CNN como héroe mundial por su trabajo ayudando a las familias de niños con cáncer, entre otras cosas que nos ayudan a pensar que es posible construir un país mejor, que si nos unimos lo podemos lograr.

Quizá esos buenos ejemplos son la esperanza que necesita el país para creer que el 2019 será distinto al que ha acabado y que no seguiremos haciendo todo mal. Mientras eso ocurre, toca que trabajemos en ser un poco mejores nosotros mismos y el artículo citado ofrece algunas ideas, sobre las cuales puede ser un buen inicio empezar a trabajar.

Emocional fitness: preocuparnos no solo de moldear el cuerpo hacia afuera sino nuestros sentimientos.

Libertad: que tiene que ver con vivir sin miedos, asumiendo riesgos y dejando de lado aquello que nos ata, lo cual incluye prejuicios.

Fuerza de voluntad: aquella que mueve montañas, pero esta no surge de la noche a la mañana sino que cuesta mucho trabajarla para que sea inquebrantable.

Autoconocimiento: descubrir lo que se quiere en la vida es lo más complicado que hay, pero si no lo hacemos, muchas veces morimos sin explotar los talentos que tenemos.

Sentido del humor: difícil tenerlo o pedirlo en las horas oscuras, pero nos ayuda a ver el lado claro y luminoso a todo, incluso en tiempos difíciles. Además, las sonrisas no cuestan.

Salud: hay que atesorarla, no solo cuando se está mal, sino todo el tiempo.

Amor: hay que darlo y saber recibirlo en nuestras vidas, en sus múltiples manifestaciones.