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¿Crédito fiscal para promover inversiones en energías limpias?

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El mercado de estas transacciones ha alcanzado cerca de USD 20 billones en los EEUU.
01 de diciembre de 2023
Red star
Por qué es importante
La norma crea incentivos tributarios importantes para empoderar a las compañías para que instalen paneles solares, molinos de viento u otras energías de bajas emisiones.


Desde que el 2022, el presidente Biden de los EEUU aprobó la Climate Law federal, se ha acelerado el crecimiento de las inversiones en proyectos de energías limpias, lo que ha dado lugar a un mayor dinamismo del mercado de bancos, abogados, compañías de seguro, empresas financistas de start-up con el fin de ofrecer créditos fiscales verdes.
El objetivo es que empresas pequeñas accedan a financiamiento más barato para invertir en tecnologías que les permita reducir su dependencia de combustibles fósiles y sus emisiones, según da cuenta un reciente artículo aparecido en el New York Times, titulado, "Climate law has proved to be a boon for Wall Street".
La norma crea incentivos tributarios importantes para empoderar a las compañías para que instalen paneles solares, molinos de viento u otras energías de bajas emisiones, aun cuando a los propios demócratas les quedó claro que estos no son aptos para empresas de muy pequeño tamaño.
Además, permite que las compañías realicen inversiones en energías limpias para vender crédito fiscal a compañías que tienen grandes obligaciones fiscales. Así, por ejemplo, una compañía que debe USD 1 millón de impuestos federales, paga USD 850 mil por el crédito fiscal para reducirla.
El costo del crédito fiscal depende de diversos factores, incluyendo riesgo y tamaño, pero las empresas que lo venden, ciertamente, muchas veces ven diluido el dinero que obtienen en abogados, bancos u otros intermediarios financieros, quienes son a la larga los que más se enriquecen, conjuntamente con las grandes compañías que finalmente logran reducir los impuestos que deben.
Al respecto, la posición oficial de la administración Biden es que las empresas que venden su crédito fiscal obtienen dinero a un costo más barato que el que tendrían que pagar si tomaran un crédito. Además, el mercado de venta de crédito fiscal ya existía antes de la Climate Law.
Si bien parece atractivo, el esquema financiero no es sencillo porque las empresas que quieren vender crédito fiscal tienen que registrarlos en el Treasury Department que ha creado un registro en su website. Por eso, el mercado de estas transacciones ha alcanzado menos de USD 20 billones, dominado principalmente por los grandes bancos.
Para las empresas más pequeñas han aparecido plataformas digitales que buscan acercar compradores y vendedores que no son reguladas por el gobierno.

En definitiva, un mecanismo que se puede explorar en países como el nuestro con el fin de promover más inversiones en  energías limpias.