HISTORIAS
El abejorro sí está diseñado para volar
La frase: “Aerodinámicamente, el abejorro no está diseñado para volar; pero el abejorro no lo sabe y vuela igual” está muy difundida: suele ser compartida en las redes sociales más populares, en la forma de imágenes motivacionales o actualizaciones de estado. La frase es también de las más usadas en la industria del marketing multinivel para incentivar a sus vendedores más nuevos. Sin embargo, una mirada crítica a esta afirmación revela que se trata de una falacia, posiblemente generada a partir de conclusiones realizadas por personas no especialistas en estos insectos.
El “mito del abejorro” consiste en la creencia de que el vuelo de este insecto ocurre desafiando las leyes de la física. Según esta creencia, la forma y el peso del cuerpo en relación al área de sus alas determinan que, según las leyes de la aerodinámica, el abejorro no debería ser capaz de volar. Algunas versiones afirman incluso que esto ha sido demostrado en pruebas de laboratorio y experimentos en túneles de viento. El punchline de la popular frase es que, como el abejorro no es consciente de estos “hechos científicos”, simplemente vuela, desafiando mágicamente las leyes de la física con sus alas no diseñadas para volar.
Una mirada crítica a esta afirmación permite clasificarla como una falacia. Como parte de la creencia, se suele mencionar que hay estudios y experimentos que demuestran la afirmación. Sin embargo, la frase no suele estar acompañada de la fuente académica que sustentaría tal creencia (en ocasiones se le agrega el nombre de Mary Kay Ash, millonaria fundadora de Mary Kay Cosmetics, quien empleaba la frase en su negocio multinivel con fines motivacionales). La realidad, sin embargo, contradice la creencia: en el ámbito académico existe suficiente evidencia científica de que el cuerpo del abejorro está diseñado para volar, y que lo hace sin violar ninguna ley conocida de la física.
Pero ¿cómo se llegó a la conclusión de que el abejorro no podía volar? Según ScienceNews, existen varios rumores sobre el nacimiento de esta creencia. Uno de ellos (con sus propias variaciones al igual que el mito) consiste en la conversación entre un biólogo y un ingeniero, en la cual el último intenta realizar cálculos para explicar el vuelo del abejorro y fracasa. Se cree que para estos cálculos se asumió los principios de la aerodinámica bajo un modelo de ala fija, como un avión. Esta asunción sería errónea pues existe evidencia científica de que el abejorro no vuela como un avión, sino que bate sus alas con una alta frecuencia moviéndolas en forma de ocho.
Así que ya lo sabes, cuando alguien quiera tratar de motivarte a intentar algo extraordinario utilizando el "mito del abejorro" piensa muy bien si estás en condiciones de asumir el reto, al igual que el abejorro está preparado para volar. No te arriesgues a estrellarte.
Alvaro - 06/06 19:25:43
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