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Estados Unidos quiere exportar fibra de alpaca
Al igual que con la quinua, el aguaymanto y el paiche, la alpaca cada vez se cría más en otros países como Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Lo que no había ocurrido antes es que se publicara una guía sobre cómo criarlas y esto es precisamente lo que ha ocurrido en el portal Modern Farmer. Esta guía ha sido elaborada por Andrew Amelinckx y resulta ilustrativa de lo que puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el cluster de camélidos en el Perú.
La no menos simpática guía empieza con una breve historia sobre cómo y cuándo llegaron las alpacas a los Estados Unidos, las crisis que han tenido luego del boom que hubo a partir de finales de los noventa, cuando muchos inversionistas, incluido Jed Bush, apostaron por una industria de crianza de animales de raza para exhibición y venta.
Y es que les llamó la atención características del animal como su tamaño, su color, su docilidad para el manejo, la finura de sus pezuñas que no dañan los campos, su cuidado al tirar de la hierba sin sacar la raíz y su estiércol que es sumamente apreciado por los agricultores orgánicos.
Sin embargo, pasó desapercibido el atributo más valioso que era su fibra. Una fibra suave, repelente al agua, libre de lanolina y por lo tanto hipoalergénica. Recién se han dado cuenta que el verdadero mercado de la alpaca está en su fibra y que este está creciendo.
Además, la guía también ofrece algunas recomendaciones para quienes se sienten atraídos por el animal en sí mismo y sugieren, por ejemplo, comprar parejas porque la alpaca gusta de vivir en compañía; señala que tienen una vida útil de entre 15 y 20 años; y, que las hay de dos razas: la Huacaya que es la más abundante en los EE. UU. y la Suri que tiene pelo largo. A nivel de precios, lo determinante es el uso que se le quiere dar: cuando es para compañía o como cortadora de césped, se las puede encontrar a partir de USD 200 y los precios se elevan a USD 500, USD 1,000 y USD 3,000, en función de si son machos con o sin fibra, USD 30,000 mil si son hembras reproductoras, o, hasta USD 60,000 si son machos sementales. Estos últimos son los más valiosos porque está prohibida la inseminación artificial y la transferencia de embriones. Tampoco generan demasiado gasto porque comen menos que un perro labrador, cuesta USD 25 o USD 35 esquilar un animal y las hembras dan a luz sin ayuda de veterinario alguno.
Sin embargo, los ganaderos tienen claro que el desafío es criar animales para producir fibra y, si bien perciben que no pueden competir con los costos laborales en el Perú (señalan que estos están debajo de los niveles del mercado internacional), creen que el verdadero mercado de la fibra recién está creciendo y apuntan a lograr economías de escala que les permita atender a la industria de la moda en Europa.
Es importante tener una política que permita apoyar a las comunidades que crían alpacas en el Perú, sobre todo en épocas de friaje, cuando muchas de estas pierden animales porque no tienen dónde protegerlas o por falta de alimento. Además, sería interesante que exista un mercado que promueva la subasta de fibra para que los productores obtengan mejores precios por la fibra de sus animales según sus calidades. De lo contrario de camélidos sudamericanos pasarán a ser camélidos norteamericanos.
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