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El impacto de Uber en las empresas de taxis
¿Debería tenerle miedo un tiburón a un pez pequeño? Algo parecido se preguntaron los miembros de Yellow Cab Co-Op en el año 2011 cuando la empresa Uber lanzó sus operaciones en San Francisco. Yellow Cab es la empresa de taxis más grande de esta ciudad desde hace casi 40 años, mientras que Uber es una empresa de transporte compartido que opera usando una aplicación móvil. Si bien la primera también cuenta con una aplicación, Uber ha logrado prácticamente sacarlos del negocio.
Precisamente, el 10 de diciembre del año pasado, la veterana compañía lanzó un comunicado explicando que se encontraban preparando para acogerse al capítulo 11 de la Ley de bancarrota. Este es conocido también como un proceso de reorganización de la empresa, ya que el deudor plantea un plan para reestructurar la empresa con el fin de mantenerla con vida y pagarle a los acreedores a tiempo.
La mítica compañía transporta un total de 5 millones de pasajeros cada año; sin embargo, la presidenta Pamela Martínez admite que antes solían llevar más. Gran parte del problema de Yellow Cab se le puede atribuir a Uber, que si bien no fue mencionado formalmente en la carta presentada, ha logrado hacerse con la gran mayoría de usuarios del lugar.
Esto se debe a algunos factores. Para comenzar, Uber presentó sus datos internos hace un año, en los que revela que un conductor promedio gana USD 23 por hora, mientras que un conductor de taxi o un chofer logra hacer un poco menos de USD 14. Esto ha determinado que muchos conductores prefieran unirse a Uber antes que a Yellow Cab, lo que genera un primer problema: es imposible tener una empresa de taxis sin gente que los maneje.
En segundo lugar Jim Gillespie, el antiguo presidente de la compañía atribuyó al San Francisco Examiner parte de los problemas de Yellow Cab, debido al gran número de denuncias por accidentes en los que la empresa se ha visto involucrada. En particular, se ha conocido el caso de la abogada Ida Fua, quien luego de un accidente dentro de uno de los taxis de la compañía quedó con una parte del cuerpo paralizada.
Por ahora, la empresa ha negado su cierre, pero el futuro es incierto porque tiene que lograr reorganizarse y demostrar a sus acreedores, en el marco del proceso iniciado bajo el capítulo 11, que ello le permitirá hacer frente a sus deudas y volver a impulsar a la empresa.
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