IDEAS
El fin de las alarmas para autos
Si pudiéramos recibir un sol por cada vez que nos hemos despertado en medio de la noche o nos hemos sobresaltado durante el día a causa de la alarma del carro de un vecino sin que esté ocurriendo algún incidente, probablemente no tendríamos que trabajar nunca más.
La mayor cantidad de veces, la alarma ha sonado no por un robo sino porque una paloma decidió posarse encima, o que la pequeña rama de un árbol cayó encima, o incluso por el viento.
Todo parece indicar que este es un problema mundial y el único motivo por el que las alarmas siguen existiendo en nuestra sociedad es porque nunca nos hemos detenido a reflexionar respecto al tema que es lo que hace un reciente artículo de The Atlantic, “The Alarming Truth”.
Estudios hechos por la NCJRS bajo el nombre de “Insurance Industry Analyses and the Prevention of Motor Vehicle Theft” durante la segunda mitad de los noventa, muestran que entre el 90% y 95% de las alarmas de los carros que se activan no son por la existencia de verdaderos riesgos. Por ello, es seguro decir que la mayoría de la población no le presta atención a la alarma de un carro. El caso es parecido al cuento de Pedro y el lobo. Y es que son tantas las veces que la alarma ha sonado sin que exista una verdadera causa que si sucediera algo real, probablemente no le daríamos importancia.
Y no somos los únicos, al parecer a los ladrones tampoco les importa tanto el tema. Ya que muchos tienen la capacidad de desconectarla en cuestión de segundos cortando un par de cables.
¿Por qué las seguimos comprando e instalando? Todo parece indicar que es como un costo internalizado sobre el cual nadie se ha puesto a pensar. Lo que sí sabemos gracias a The Atlantic, es que las alarmas le cuestan entre USD 400 y 500 millones de dólares al año al estado en los EE.UU. en afectación a la calidad de vida.
La población ya no les hace caso a las alarmas y, sin embargo, aunque inútiles para la sociedad, generan otro tipo de molestias y problemas a la sociedad. El único motivo por el que seguimos escuchando su sonido es porque se venden, aunque muchos dueños de vehículos prefieren usar otro tipo de mecanismos de seguridad e incluso las empresas de seguros ahora exigen que los automóviles cuenten con GPS antes que con un sistema de alarma.
¿Estaremos ante el fin de los días de las alarmas?
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