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Los problemas del “cariño” canino

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Los lengüetazos del mejor amigo del hombre pueden resultar más peligrosos que cariñosos.
27 de octubre de 2016
Red star
Por qué es importante
Hay áreas que evitar que sean lamidas por los perros como los ojos y la nariz, ya que las vías nasales y mucosas pueden llevar a que se transmitan las enfermedades.

Quienes tienen perros, saben lo simpático que puede resultar llegar a casa y ser recibido por un emocionado can, que empieza a saltar y mover la cola y lo único que quiere es caer encima de su dueño para darle gran cantidad de lengüetazos.

Eso que puede resultar emocionante y constituir para muchos un gesto de amor hacia la persona que los cuida, es más peligroso de lo que se piensa. Al menos, eso es lo que plantea un reciente artículo informativo de The New York Times, titulado “Should You Let Your Dog Lick Your Face?”, en el que se explican los riesgos de esta práctica.

Para empezar, no es completamente cierto que los perros lamen a sus dueños como una expresión de cariño y gratitud. La cruda verdad es que los perros se caracterizan por lamer y meterse a la boca absolutamente todo, lo cual significa que lamen a sus dueños como lamerían por igual a un hueso.

El problema con esto es que los perros no tienen mucha conciencia de lo que es o no higiénico y la mayor evidencia es su afán por oler anos de otros perros, lamer orines, sobarse contra superficies sucias, beber agua de cualquier envase, comer cualquier pasto o hierba, entre otros.

Todo esto determina que los hocicos de los perros no sean los más limpios del mundo ni mucho menos. Todo lo contrario, están llenos de bacterias. Además, el problema con muchos de ellos es que son zoonóticas, lo que quiere decir que al ser transmitidas de animal a ser humano, generan enfermedades.

Por ello, hay áreas que evitar que sean lamidas por los perros como los ojos y la nariz, ya que las vías nasales y mucosas pueden llevar a que se transmitan las enfermedades. Pero no es tan peligroso que laman las manos o los dedos, dado que la piel humana en sí no absorbe una gran cantidad de las bacterias transmitidas por los perros.

Lo ideal es tomar todas las precauciones con respecto a estos animales. Estas incluyen: estar al día con sus vacunas, llevarlo a sesiones para que lo desparasiten, evitar que se acerque a los desechos de otros animales, y lavarse siempre las manos con agua y con jabón luego de tocarlos.

Solo hay que tener un poco de cuidado para disfrutar de los gestos de amistad canina.