El hecho de que el ex novio de Sofía Vergara haya interpuesto una demanda para proteger dos embriones congelados que crearon cuando estaban juntos ha puesto en debate varios temas que están detrás de semejante pedido.
Primero, por supuesto, si esos embriones tienen ya derecho a la vida; segundo, si el ex novio tiene derechos como padre; tercero, si los embriones pueden usarse por una de las partes, aun cuando suscribieron un acuerdo que establecía que ambos tenían que estar de acuerdo; y, cuarto, si se deben tener en cuenta las creencias religiosas de las partes.
En un país como el Perú, donde el Congreso de la República no termina por discutir si se despenaliza o no el aborto por violación, este caso parece extraído de una película de ciencia ficción.
Sofía Vergara, protagonista de la serie de televisión "Modern Family", no desea que los embriones sean utilizados y prefiere que se mantengan congelados indefinidamente. Por su parte, Nick Loeb, quien aportó sus espermatozoides pretende hacer realidad su paternidad y quiere proteger la vida de sus hij@s por nacer.
Según Loeb, fue precisamente el tema de convertirse en padres el que desencadenó la ruptura con Vergara. Muchos piensan que está buscando notoriedad. Sin embargo, su historia de vida parece por lo menos darle algunas razones para estar sensible a la paternidad. Por ejemplo, de niño fue prácticamente criado sin la presencia de su madre tras el divorcio de sus padres. Luego, en la adolescencia una de sus novias tuvo un aborto sobre el cual él no pudo decidir y posteriormente estuvo casado y no pudo tener hijos con su pareja. Por lo menos tiene razones para querer convertirse en padre. Además, según señala, se siente discriminado pues una mujer puede decidir tener un aborto o continuar con un embarazo incluso si su pareja no lo desea, pero un hombre no puede seguir adelante con la fecundación de óvulos a los que ha contribuido si la otra parte no lo desea.
Loeb está dispuesto a asumir todas las responsabilidades parentales y criar a los hijos que resulten de esos embriones si ella no acepta compartir la custodia. Para ello, le darían el tratamiento de donante de óvulos. Sin embargo, Vergara no lo acepta y prefiere dejar todo en el congelador. El pleito tiene para rato y el resultado es de pronósito reservado. Sin embargo, más allá del hecho de que Vergara es una figura pública, la acción legal de Loeb ha puesto sobre la mesa el debate respecto de si los embriones deben ser considerados como seres vivos o como un objeto de propiedad de quienes los han originado.
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