La delincuencia y las ventanas rotas

En medio de la discusión de si se declara o no en emergencia la seguridad interna, todos nos preguntamos si esa es la solución para afrontar el incremento de la delincuencia y el sicariato en el Perú.
La mayoría de expertos indican que hay que prevenir antes que sancionar y que se deben encontrar los mecanismos para sacar a los jóvenes de las calles, implementando programas que los mantenga ocupados laboral o académicamente. Sin embargo, hay otras teorías que plantean que el problema no tiene que ver solo con los jóvenes sino más bien con el descuido y el abandono de los lugares públicos.
Una estupenda nota de Clemente Pérez en el Diario Financiero de Chile nos hace recordar la teoría de las ventanas rotas que señala que cuando se deja una ventana rota y sin reparar, pronto aparecen muchas otras ventanas destruidas en el mismo lugar y este se convertirá en escenario de posibles delitos.
Según sus creadores, Wilson J. y Kelling G. la mejor forma de combatir la delincuencia es manteniendo la limpieza y el decoro de los espacios comunes. Para confirmar su tesis citan el caso del Metro de New York que logró reducir la incidencia de delitos pintando las paredes que estaban llenas de grafitis y limpiando las estaciones.
Lima acaba de cumplir 487 años y si hay algo que grafica a esta ciudad es el contraste. La capital del Perú tiene 43 distritos, de los cuales 20 están en la lista de los treinta que tienen mayor incidencia de comisión de delitos a nivel nacional.
Si se confronta el estado de fachadas, veredas y espacios públicos de esos distritos con lo que plantean Wilson J. y Kelling G., llegaremos a la conclusión que efectivamente todos estos coinciden en el abandono de sus autoridades municipales y la falta de renovación.
¿Será que en lugar de declarar en emergencia la seguridad interna lo que se tiene que hacer es renovar el espacio público de los distritos con mayor incidencia de delitos?
Ahora mismo no tenemos la respuesta, pero lo que resulta claro es que probablemente un tipo de respuesta como esta tiene un horizonte mayor de incidencia que una declaratoria de emergencia que tiene un plazo corto de vigencia.
El asunto es apuntar a una estrategia integral de acción.