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Increible: ni el helado se salva

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Los problemas de inseguridad en el mundo están llevando a que ni el helado se salva de ser robado.
12 de septiembre de 2016
Red star
Por qué es importante
Los establecimientos víctimas de las fechorías de esta banda se han visto obligados a reestructurar la forma en que sus helados son puestos a disposición del público e incluso instalar sistemas de seguridad alrededor.

Cuando se habla de banda criminal o de crimen organizado es posible imaginar delincuentes avezados, dedicados a grandes robos y estafas o actividades como el tráfico de drogas y armas. Sin embargo, tal parece que los criminales no solo se organizan para realizar este tipo de ilícitos, sino también para robar helado. Sí, aunque suene increíble.

En los EE.UU. cuatro individuos han llevado a cabo 11 golpes a establecimientos públicos de venta de víveres desde noviembre del año pasado. Estos hombres no identificados aún por las autoridades han tomado por asalto las neveras de cadenas de supermercados como Duane Reade, CVS y Rite Aid, según informa The New York Times en su artículo “Stolen, Sold and Savored: Ice Cream Is a Hot Commodity in Manhattan”.

Los robos perpetuados en Manhattan (Nueva York), le han valido a la banda la extracción de 1249 unidades de helados, aproximadamente. De acuerdo a los reportes policiales, los criminales atacan por la noche y sustraen preferentemente productos de la marcas Ben & Jerr’s, Talenti y Häagen-Danz.

Los trabajadores de los establecimientos atracados afirman que los ladrones extraen la mercancía de las neveras y la colocan en maletines de telas gruesas. Así mismo, señalan que durante el verano  los robos se hacen más frecuentes, pero que continúan ocurriendo aún cuando las temperaturas han bajado.

John A. Catsimatidis, dueño de la cadena de supermercados Gristedes, cansado de ser el blanco de los robos de esta banda criminal, anunció que entregaría una recompensa de USD 5 mil a aquel que brinde información que permita apresar a los ladrones. Un joven trabajador de una tienda de alimentos, alertó a la policía cuando unos hombres intentaron venderle helado robado. Uno de ellos fue arrestado por las autoridades y el joven recibió su recompensa.

Los establecimientos víctimas de las fechorías de esta banda se han visto obligados a reestructurar la forma en que sus helados son puestos a disposición del público e incluso instalar sistemas de seguridad alrededor. En Duane Reade, si un cajero percibe una conducta sospechosa en alguien acciona un sistema de grabación instalado dentro de la nevera. A pesar de esto, la tienda fue robada cuatro veces desde diciembre, una de las cuales hasta en dos oportunidades.

Por su parte, la cadena CVS ha instalado sensores en sus refrigeradoras que se activan cada vez que alguien abre la puerta del congelador y alerta a los empleados. En ciertos establecimientos se han colocado cerrojos y los clientes deben requerir a algún trabajador que saque el helado que desean comprar.

El oficial Joseph V. Dowling afirma que los detectives policiales se encuentran en medio de una investigación a negocios que podrían estar sirviendo para proteger el comercio de la mercancía robada. Los ladrones sustraen los productos y luego los revenden a  negocios independientes, es decir, pequeñas tiendas de víveres (alimentarios, mini markets, entre otros)