McKinsey incluirá el diseño como parte de su oferta de servicios

El negocio de la consultoría también se encuentra en plena transformación. El anuncio del gigante mundial de la consultoría McKinsey & Company sobre la adquisición de la empresa de diseño Lunar por un monto no revelado es una prueba más de ello. 

¿Por qué la empresa de consultoría a la que la revista Fortune calificó alguna vez como la más conocida, más cara, más hermética, más prestigiosa, más exitosa, más envidiada, y más confiada compra una empresa de diseño?

La razón es muy simple. El diseño es cada vez más relevante para el mundo de los negocios. Atrás quedaron las épocas en las que el diseño era visto como un elemento meramente decorativo carente de valor para las organizaciones. Hoy, para muchas de las empresas que comercializan productos, el diseño puede marcar la diferencia entre éxito y fracaso. El caso de Apple que pasó de ser una empresa al borde de la quiebra a ser la empresa más valiosa del mundo gracias al diseño de sus productos es una clara muestra de ello. No es casualidad que gigantes como GE o IBM estén invirtiendo enormes cantidades de recursos para adquirir y fortalecer las capacidades de diseño al interior de sus organizaciones; o que empresas como Accenture se le hayan adelantado a McKinsey al comprar otra empresa de diseño en 2013. 

Para John Edson, el presidente de Lunar, el objetivo detrás de la compra de McKinsey es incorporar el diseño como herramienta esencial para construir la ventaja competitiva de un negocio. 

Para los analistas, la adquisición de McKinsey persigue los siguientes tres objetivos:

• Afianzar el componente de transformación digital dentro de la oferta de servicios de McKinsey.
• Incrementar el know-how de la empresa en materia de diseño en todas sus prácticas y a nivel global.
• Construir una estrategia de diferenciación frente a sus clientes a través de la integración de sus servicios de consultoría estratégica con herramientas para construir excelentes plataformas digitales de interacción con los clientes. 

Lunar es una empresa mediana con 30 años en el mercado y 75 trabajadores. Tiene sede en San Francisco y tres oficinas más en Chicago, Munich y Hong Kong. McKinsey por su parte facturó USD 8 mil millones en 2014. Hasta el momento no se tiene previsto una fusión de ambas empresas y se prevé que Lunar siga operando de forma independiente como hasta ahora, con la única diferencia que podrá aportar con su expertise a los distintos trabajos que McKinsey ejecute para sus clientes. Además, por supuesto, el contacto con los clientes de McKinsey le permitirá construir un pipeline interesante de proyectos de diseño tradicional.