La marihuana en las elecciones de EE.UU.

Mientras sigue la resaca por la elección de Donald Trump en los EE.UU., un triunfo que parece haber pasado desapercibido es el de la marihuana.

Como se sabe, en el marco de las elecciones para la Casa Blanca se sometió a votación un conjunto de temas, entre los cuales estaba en algunos la legalización de la marihuana para uso recreativo y como medicina.

Los resultados han sido bastante buenos para los estados que impulsaban su aprobación. California, Massachusetts y Nevada fueron los estados que aprobaron el uso de marihuana de forma recreativa, donde mayoritariamente los electores se pronunciaron a favor de esta posibilidad.

La opción del uso de marihuana con fines medicinales no corrió la misma suerte y muy pocos votantes marcaron dicha alternativa para la legalización de la droga con este propósito, según lo señala un artículo de The Washington Post, titulado “Marijuana wins big on election night”.

Para muchos ciudadanos, el impacto del uso de la marihuana será nulo para las vidas de los estadounidenses en comparación al que tendrá el gobierno de Donald Trump.

No obstante, representa una enorme victoria para aquellos que han buscado una reforma en la manera en que las personas ven y tratan el consumo de la marihuana. Esta ha sido vista por años como una droga que abre la puerta a otras de naturaleza más adictiva y destructiva. Sin embargo, diferentes estudios recientes han empezado a demostrar que no es tan mala como se ha pintado en los últimos años y que puede ser hasta paliativo de una serie de problemas médicos.

Por lo pronto, California que representa el 12% de la población estadounidense ya apunta a trabajar para conseguir que la aprobación se a nivel nacional y global, aprovechando el hecho que una mayoría de estados ya aprueba el uso de la marihuana, sea de forma recreativa o medicinal.

El camino no será fácil porque así como hay grupos que apoyan esta iniciativa, también hay los que se oponen a la legalización de esta droga y han comprometido sus esfuerzos para que permanezca considerada como una sustancia ilegal.

En este sentido, apuestan por una gestión más conservadora de Trump en la presidencia, lo cual podría complicar el futuro de una propuesta de legalización nacional, al menos como droga recreativa.