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¿China: líder en sanidad mundial?

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China no está consiguiendo mejorar su posicionamiento geopolítico como líder de la sanidad mundial.
01 de febrero de 2021
Red star
Por qué es importante
Las vacunas chinas se pueden mantener a temperaturas de refrigeración y por lo tanto son fáciles de transportar, pero la gente no parece mostrarse muy confiada con su efectividad.

Los principales laboratorios farmacéuticos del mundo enfrentaron su propia batalla contra el tiempo para producir una vacuna contra el Covid-19 y ahora que ya la han desarrollado, tienen el desafío de producirla en cantidad suficiente para cumplir los compromisos pactados.

China, país de origen del virus, ha sido uno de los primeros en desarrollar vacunas contra el virus con la expectativa que eso permita que se les atribuya no solo haber provocado el problema sino también ser responsables de su solución.

Sin embargo, según un reciente artículo de The New York Times, China quiso alardear de sus vacunas. El tiro le salió por la culata, esto estaría lejos de hacerse realidad y no estaría logrando la proeza científica esperada.

El mayor problema que se ha advertido es su porcentaje de efectividad en comparación a la alcanzada por las farmacéuticas estadounidenses, Pfizer y Moderna. Ya hay algunos países como Filipinas donde se cuestiona a sus gobernantes por haber comprado las vacunas fabricadas por Sinovac. En esta misma línea, los gobiernos de Malasia y Singapur han tenido que asegurar a sus ciudadanos que han aprobado vacunas que han demostrado su seguridad y eficacia.

Todo esto ha causado preocupación en Pekín que esperaba que la vacuna mejorara la reputación mundial de China y ahora están tomando medidas defensivas. Una de las primeras medidas ha sido una campaña contra las farmacéuticas estadounidenses cuestionando la seguridad de las vacunas Pfizer y Moderna y promoviendo las vacunas chinas como una mejor opción. 

China quiere que se sepa que sus vacunas se pueden mantener a temperaturas de refrigeración y son fáciles de transportar, lo que las hace atractivas para los países en desarrollo. El problema es que esto no estaría siendo suficiente para generar confianza en sus desarrollos. Una encuesta de YouGov realizada en enero a unas 19,000 personas de 17 países y regiones mostró que la mayoría desconfiaba de la vacuna fabricada en China. 

A estos cuestionamientos que envuelve a la vacuna china, se suma otro gran problema que está enfrentando el país asiático que es el retraso en los envíos a lugares como Brasil y Turquía. Como consecuencia de esto, los países están optando por adquirir otras vacunas para lidiar con los problemas logísticos. Se sabe que al menos 24 países, la mayoría de ingresos bajos y medios, firmaron acuerdos con las empresas de vacunas chinas, sin embargo, los retrasos en la obtención de estas y las acusaciones que enfrentan de ser menos efectivas no están permitiendo que China logre el posicionamiento deseado como líder de la sanidad mundial.